Te digo que no vale

6 jun 11. El desencanto y la indignación que se palpa en Arucas y en todo el estado como consecuencia del hartazgo que produce la clase política, y la exigencia por más participación de la sociedad en las decisiones que nos conciernen, tiene una herramienta en este municipio a la cual la población ha dado la espalda hasta el momento.

Causa desasosiego asistir a las convocatorias de los Consejos de Distrito que la Concejalía de Participación Ciudadana instituyó hace unos meses y comprobar que somos los cuatro gatos de siempre los que alzamos la voz y los que ponemos propuestas y proyectos sobre la mesa.

Si bien este Reglamento de Participación Ciudadana nos parece encorsetado y susceptible de mejoras, en este corto espacio de tiempo los cuatro gatos de siempre hemos logrado, como ejemplos más notables, la intervención en un Pleno de dos ciudadanos para conseguir el fraccionamiento del IBI, la participación en los Presupuestos Municipales y la presentación de un dossier sobre la privatización del servicio de aguas a la empresa Canaragua.

Arucas es uno de los pocos municipios que posee esta herramienta de participación en la política del municipio, y entendiendo que la vida se nos va entre el trabajo y la familia, siempre queda un hueco para participar en estas convocatorias, así como en las asociaciones de todo tipo que existen en este municipio. No vale expresar tu indignación en el bar de la esquina. Como decía uno de nuestros más insignes poetas: Te digo que no vale esconder la cabeza bajo el ala.

Te digo que no vale
meter el sueño azul bajo las sábanas,
pasar de largo, no saber nada,
hacer la vista gorda a lo que pasa,
guardar la sed de estrellas bajo llave.

Te digo que no vale
que el amor pierda el habla,
que la razón se calle,
que la alegría rompa sus palabras
que la pasión confiese: Aquí no hoy sangre.

Te digo que no vale
que el gris siempre se salga
con la suya, que el negro se desmande
y diga cruz y raya, al júbilo del aire.

Vuelvo a la carga y digo: Aquí no cabe
esconder la cabeza bajo el ala,
decir no lo sabía, estoy al margen,
vivo en mi torre solo y no sé nada.
Te digo y te repito que no vale”.

Agustín Millares Sall