9 dic 15. Aristóteles definió la política como el arte de lo posible; pero escaso rédito tiene ceñirse a lo posible puesto que apenas modificaría esta cruda realidad social que padecemos.
Einstein decía que "en tiempos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento"; a lo cual yo añadiría el valor, el riesgo... la valentía para buscar nuevos caminos que sienten las bases de los imposibles de hoy para hacerlos mañana posibles.
Abundan en demasía políticos de pensamiento único y alienamiento a un sistema vendido como exclusivo y con apenas matices. En la política de andar por casa (Arucas), lo imposible queda lejos para cortos de mente y para incondicionales a las siglas que les han catapultado para apoltronarse en el sillón de lo posible.
Los grandes cambios mundiales han nacido de la imaginación de los valientes capaces de lograr imposibles. Los grandes cambios locales, más posibles por menos arriesgados y con menor repercusión territorial y poblacional, cuyo mayor aliciente es su inmediata incidencia social, llegarán cuando en el sillón se apoltronen valientes con imaginación. Mientras tanto... el sopor.
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