Ética y legalidad

9 nov 14. A estas alturas de la película mal llamada democracia es más que evidente que una ley o normativa no lleva necesariamente implícita la ética. Hay casos en Arucas que siendo legales, y no dudando de que cumplan con la normativa vigente, no parecen estar provistos de la ética que cada vez más la población espera y reclama a políticos y partidos, como por ejemplo algunos casos que enumeramos a continuación:

Que un Concejal obtenga trabajos en una empresa pública gestionada por miembros de sus mismas siglas políticas, y que logre adjudicaciones y subvenciones para una supuesta empresa suya o supuestamente muy próxima a su persona, será todo lo legal que se quiera, pero carece de toda la ética que los votantes deben tener muy en cuenta cuando depositen su voto en las próximas elecciones.

Que la Sociedad Municipal de Desarrollo convoque cuatro plazas de empleo y que estas sean por casualidad ocupadas por personas de las listas de la Plataforma Con Arucas, o muy próximas, es sin duda legal, pero la ley o normativa que permite que esto ocurra carece de toda ética, y el político o política que se presta a esta triquiñuela legal también.

Si hablamos de casualidades también la es que dos concejales del PSOE de La Aldea cumplieran con los mejores perfiles exigidos para ocupar dos puestos de trabajo en el Ayto. de Arucas. Legal, todo lo que quieran, pero ético, lo que se dice ético...

O que los partidos políticos encuentren ocupación a concejales sin labores de gobierno en cargos de confianza o en algún cargo directivo que, siendo legal, o incluso humano en algún caso, es una práctica habitual muy propia de este régimen del 78 que se rompe a pedazos.

Tampoco es muy ético que el señor Alcalde utilice los votos con que fue elegido para dedicarlos a postularse como aspirante al Cabildo; ni que el Primer Tte. de Alcalde, por muy trabajador y honesto que sea, esté inmerso en procesos internos de su partido ausentándose del municipio más de lo recomendable para también de paso buscar salida a su carrera política si las próximas elecciones no le son muy favorables.

Los ciudadanos no lograremos por el momento impregnar de ética las leyes, así que en las próximas elecciones, cuando depositemos la simple papeleta que nos hace simular participar en una democracia, la introduzcamos cargada de toda la ética que se pueda, porque de hacer lo contrario y siendo conscientes de la situación, también carecemos de ética y somos responsables directos de esta corrupción galopante que se escuda en leyes desprovistas de toda ética.