Punto sin retorno

30 sep 12. El mundo vive en estos tiempos a las puertas de un punto sin retorno. En nuestra opinión, ha sido la élite oscura dueña de la banca y de las multinacionales, dueña además de la voluntad de los políticos, quien nos ha empujado hasta el filo de este precipicio donde ahora mismo nos encontramos. La gente no sabe qué hacer, no sabe en qué creer, no cree en los políticos ni en los partidos ni en nadie. Esta situación, simple y llanamente, se le pone a güevo a los Amos del Mundo porque ahora mismo el balón está donde ellos tenían previsto.

Con el gobierno de Rajoy, la élite está jugando a lo mismo que con Zapatero: utilizarlo mientras puedan para implantar leyes contrarias al Pueblo para dejarnos en pelotas. Al mismo tiempo, de manera subliminal y muy bien diseñada, ridiculizan desde el extranjero a través de sus medios de comunicación a este gobierno pepero con el objetivo de acostumbrar a que la población española acepte un gobierno de tecnócratas como en Italia o Grecia o cualquier otra salida acorde a los interese de la élite y nunca del Pueblo aunque éste se crea protagonista del cambio.

De la misma manera y con el mismo propósito movilizan a parte de la población para rodear el Congreso. Una movilización carente de contenido y del apoyo de la clase trabajadora o del funcionariado, más o menos organizados que unidos al 25-S supondrían un frente de lucha musculoso y por tanto un riesgo que la élite no puede permitirse.

Estamos siendo utilizados y manipulados por poderes ocultos que la izquierda y la progresía nunca aceptará que exista, que otros no quieren ver y que la mayoría jamás le entrará en la sesera que un gobierno mundial a la sombra y por encima de gobiernos, banca y multinacionales mueva los hilos del mundo.

Estas manifestaciones están provocadas con la crisis y dirigidas desde el poder para acabar con un gobierno democráticamente elegido. Estas manifestaciones estan mayoritariamente participadas y dirigidas por el sistema imperante, concretamente en este caso utilizan y movilizan a la vertiente política izquierdista.

Estas manifestaciones están participadas y dirigidas por una juventud que está muy lejos de entender la sociedad y la política y sus trampas.

Los participantes luchan contra un gobierno elegido más o menos democráticamente, desconociendo que este gobierno, al igual que los anteriores son meras marionetas del poder real; luchar contra la marioneta no sirve de nada, no saben que el objetivo está equivocado.

Los manifestantes desconocen que si el gobierno de este país fuera totalmente soberano, no estaríamos en esta situación, independientemente del partido que gobierne.