Canarias, único lugar del mundo sin fronteras

19 mar 12. Antonio Rodríguez de León
A principios de 1976, comenzaron las primeras deliberaciones para establecer la delimitación de los espacios marítimos entre España y Marruecos, sus conclusiones se consideraron secreto de Estado. La negociación para definir la mediana entre las aguas españolas y marroquinas, se iniciaron desde principios de 1976, fueron innecesarias la celebración de cinco reuniones bilaterales, el inconveniente de los desacuerdos se concretaba en la fijación del método de la Mediana a elegir; Equidistante ó Equitativo.

En una sexta reunión celebrada en diciembre de 2003, se logró un acercamiento de solución, que fue llevado en la séptima reunión celebrada en Rabat el 26 de octubre de 2004, para su redacción final, acordándose un texto aceptado en principio por ambas partes, fijándose una siguiente reunión para rubricar la firma de dicho acuerdo.

Con el método equidistante se obtiene zona económica exclusiva española de 200 millas náuticas alrededor del archipiélago, que supone un total de 720.000 KM2 de espacios marítimos correspondientes al archipiélago canario, mientras que con el método equitativo, todos esos espacios marítimos se perderán a favor de Marruecos.

España reclamaba una mediana marítima aplicando el método equidistante, mientras Marruecos exigía la aplicación del método equitativo. Los dos métodos están regulados jurídicamente en el Derecho Marítimo Internacional, la diferencia entre ambos métodos para establecer las fronteras marítimas entre Estados es de una consideración jurídica importante, pues suelen establecerse acuerdos bilaterales donde una de las partes renuncia su soberanía sobre una parte de su territorio. En nuestro caso, con las extracciones de hidrocarburos en aguas de soberanía española, es evidente la renuncia española a la soberanía de 720.000 Km2 de zona económica exclusiva en Canarias, a cambio de que Marruecos no le obligue ante el Tribunal Internacional de las Naciones Unidas.

El 29 de septiembre de 2005, coincidiendo con la VII Reunión de Alto Nivel celebrado en Sevilla, se rubricó el pacto acordado de Rabat, con el cual, se repite el pacto tripartito del 14 de noviembre de 1975. Si antes fue la entrega del Sahara por Fosfato, ahora es la zona económica exclusiva canaria por hidrocarburos. Fechas nefastas para los saharauis y canarios.
Dicho Pacto Bilateral relacionado con los espacios marítimos compartidos, Zapatero lo justificó de la siguiente manera: La relación bilateral con Marruecos pretende impulsar diversos ámbitos de cooperación en medio ambiente, marina mercante, recursos pesqueros, operaciones de salvamento marítimos e hidrocarburos. El objetivo es llegar a acuerdos con repercusiones económicas importantes para ambas partes, lo que sugiere una delimitación al menos provisional de los respectivos espacios marítimos en dicha zona.

El texto publicado fue el siguiente: España y Marruecos acuerdan delimitar una mediana marítima provisional sobre los espacios marítimos de la fachada atlántica en la que se aplicará el método marítimo equidistante. Cuando las partes acuerden fijar la mediana marítima definitiva, desaparece el método equidistante, que será sustituido con la aplicación del método marítimo equitativo.

Las razones de que España ha preferido renunciar a la soberanía de las aguas Canarias para ser entregada al País vecino por barriles de petróleo, son evidentemente obvias, España no puede defender una mediana marítima favoreciéndose unilateralmente a sí misma, sino la defensa que la Jurisprudencia Marítima Internacional ofrece al territorio afectado, aún en contra de los intereses generales del Estado.

Otras razones son que España se niega a contemplar en la Constitución, el status político-administrativo que establece el Tratado Internacional del Mar para los diversos territorios. La inclusión de dicho status político-administrativo en la Constitución, nos daría el reconocimiento internacional a Canarias, sobre la titularidad de su zona económica exclusiva.

Con la autorización concedida por el Consejo de Ministro el pasado día 16 de marzo, Repsol comenzará a realizar los trabajos de extracciones de hidrocarburos en la fachada atlántica. Marruecos esta vez, no presenta denuncia ante las Naciones Unidas, ni retira a su embajador de Madrid, como así lo hizo en el 2001, en que unilateralmente España autorizó por primera vez a Repsol. Pasará a la historia que una cuña hecha con madera del mismo árbol, apuntaló con su firma, la venta de los espacios marítimos canarios a cambio de petróleo.

España ha preferido decidir, al igual que hizo con la venta del Sahara, favorecer a Marruecos en perjuicio de los intereses canarios. Con dicha decisión, España a hipotecado el futuro marítimo de Canarias, que será de soberanía marroquí, y dependiendo del resultado final sobre si la soberanía del Sahara termina bajo la soberanía de Marruecos.

Las instituciones canarias están obligadas a presentar sus quejas o denuncias en el lugar adecuado para temas de fronteras marítimas. La Unión Europea no tiene competencias para decidir sobre el tema que nos ocupa, es la Organización Marítima Internacional de las Naciones Unidas, quien decide sobre los recursos económicos en los espacios marítimos. Con solo reclamar la Plena Autonomía Interna del archipiélago, y si fuera necesario en referéndum popular, obtendríamos la suficiente capacidad jurídica para la firma de Tratados Internacionales que afecten a Canarias.

Marruecos puede en cualquier momento, exigir la firma definitiva de la Mediana mientras, no dudará en utilizarla para chantajear a su favor como ha hecho en épocas anteriores, donde enfrentaba los intereses generales españoles en detrimento de la economía general de Canarias. No será necesario el final de las existencias del petróleo, para que Marruecos exija la firma definitiva, las amenazas se repetirán en los momentos previos de pedir mayores concesiones a España y a la Unión Europea.

En estos momentos cruciales para Canarias, donde lo importante parece ser los hidrocarburos, fijar las fronteras marítimas de acuerdo al derecho internacional, es lo más sensato y seguro que podríamos hacer. Picar los fondos marinos sin fronteras dará lugar a una conflictividad internacional en la fachada atlántica, donde los canarios seremos los peores perjudicados al afectarnos directamente.