La falta de dinero europeo, único motivo del final pesquero

19 dic 11. El Parlamento Europeo no tuvo reparo a lo que ahora quiere justificar: la defensa sobre los derechos de los saharauis en su caladero de pesca. Desde que España abandonó su colonia, ya sabíamos cual era el futuro del sector pesquero español con base en puertos canarios. Y las consecuencias negativas que arrastraría la maquiavélica marroquización total del sector pesquero industrial español en Canarias.

La vergonzosa huída frankista del Sahara, provocó el aumento exagerado de la flota pesquera española que fijaba su base en puertos canarios con intención de obtener derechos de pesca en el caladero sahariano. En 1975 la flota industrial de barcos congeladores de arrastre con base canaria no superaba las 80 unidades, de ellas, figuraba como autóctona canaria, las siguientes empresas: Agasa con 4 barcos, Rocar con 4, Cooperativa de Lanzarote con 5, Cooperativa Pesquera canaria con 3, Industrias del Mar con 3, total 16 barcos industriales congeladores, el resto hasta las 80 unidades eran de empresas españolas instaladas en Canarias, al finalizar la guerra civil.

Estas empresas españolas montaron 14 fábricas conserveras, en las islas de la Provincia de Las Palmas. Estas conserveras estaban abastecidas especialmente por la flota sardinal de Lanzarote, y por barcos de arrastre al fresco. A la hora de elaborar el listado de buques con base canaria, para ser entregado a Marruecos y obtener licencia, sorprendentemente la formaban 340 buques congeladores, (80 con base canaria), 120 barcos artesanales, (40 con base canaria) y 30 barcos sardinales, todos con base canaria. El conjunto de la flota pesquera española y canaria en 1978 y que faenaban en los caladeros del Sahara, la componían 5.780 tripulantes. De ellos, 3.200 canarios con el 20%, y con residencia canaria el 50%, el restante 30%, no eran residentes pero pernotaban en pensiones cercanas al puerto.

Del ayer a hoy, sucedieron continuos chantajes que organizaba Marruecos en la antesala de negociación de nuevos Convenios de Pesca. Chantajes con apresamientos de barcos, amenazas a las exportaciones de agrícolas. Chantajes y amenazas, presionando continuamente para que le reconocieran a favor de Marruecos, los derechos de soberanía en un primer lugar, el caladero de pesca del Sahara, luego vendría el territorio continental. Antes de hacer una valoración sobre la decisión del Parlamento Europeo, respecto a NO a ratificar un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos, hago un repaso sobre los diferentes acuerdos de pesca.

España y Marruecos firmaron su primer Tratado de pesca en 1969, que afectaba solo a la flota española con base en la península y al sardinal canario con base en Lanzarote, en la que se autorizaba la pesca desde 0 a las 12 millas territoriales en la costa mediterránea y noroeste de Marruecos. Solo duró 7 meses.

A partir de la ruptura, los barcos españoles fueron expulsados por fuera de las 12 millas, entonces aguas internacionales. Esto no afectó para nada a la flota con base canaria. La flota de arrastre (hielo y congelado) y la artesanal con base canaria, nunca necesitó los caladeros de Marruecos, porque en esas fechas, el caladero, entonces canario-sahariano era de soberanía española.

El segundo tratado de pesca entre España y Marruecos fue en 1979, el primero con un Sahara marroquí, que Marruecos muy astuta y de forma sibilina, metió en el mismo acuerdo pesquero, la zona del anterior acuerdo de 1969, o sea, al norte de cabo Noun, y soplando antes de morder, añadió una segunda zona que sería al sur de cabo Noun, punto de territorio marroquí situado a 35 millas al norte de la frontera Marruecos-Sahara. O sea la zona sur del acuerdo de pesca, solo tiene una franja marroquí de 35 millas. Pero al no fijar hasta donde llega el límite sur, de forma fraudulenta invade el caladero sahariano hasta llegar a la frontera entre el Sahara y Mauritania (cabo Blanco). Aquí estaba la trampa.

El siguiente acuerdo de pesca fue en 1983, se repitió la misma historia que el anterior. Todo sigue igual, el último que firmaría España. El primero de la Unión Europea con Marruecos se firmó en 1988, repitiendo las mismas condiciones al norte y sur de cabo Noun, el Parlamento Europeo no actuó como lo ha hecho ahora, lo que importaba era dejar contento a Marruecos, entonces sobraba dinero. Europa pagó por dicho acuerdo 281,5 millones de ecus.

Siguió el segundo acuerdo de pesca de la era europea fue en 1992, se continuó con el despojo de la pesca a los saharauis, su coste fue de 409,9 millones de ecus.

Llegó la tormenta para agricultura canaria, Marruecos aceptaba el último convenio de pesca a cambio de mayor exportación a Europa de productos agrícolas, especialmente el cupo de tomates. Previo a este acuerdo, la patronal Anacef jugó con ventaja en las dos bandas, mientras pedía apoyo a la patronal canaria de empresarios para que les ayudara a la firma de un último acuerdo, negociaba con Marruecos para trasladar toda su flota a puertos de Marruecos, siempre que liberara la fiscalidad sobre los depósito bancarios, y la libertad de participación por parte de armadores españoles en las nuevas empresas mixtas.

Al final Marruecos consiguió que fuese el último acuerdo de pesca para barcos extranjeros y el aumento de exportación agrícola marroquí hacia Europa, pero lo importante y que más interesaba a Marruecos era el reconocimiento implícito a favor de Marruecos de la zona al sur de cabo Noun. Así que el Parlamento Europeo introdujo en el nuevo Tratado de Pesca, textualmente lo siguiente: que la Comunidad Europea y Marruecos son signatarios de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y que, con arreglo a dicha Convención, Marruecos ha establecido una zona económica exclusiva que se extiende hasta las 200 millas marinas de sus costas, dentro de la cual ejerce sus “derechos soberanos” a los efectos de la exploración, explotación, conservación y gestión de los recursos de dicha zona.


El colmo de la poca vergüenza


Este acuerdo de pesca de 1995 costó 506,4 millones de ecus. En todos estos acuerdos de pesca que hemos citados, donde Marruecos dividía zona norte y zona sur de cabo Noun, hay que aclarar, que la zona norte era la que interesaba a los puertos pesqueros del sur de España (estrecho de Gibraltar y puertos de la costa levantina), la zona sur solo interesaba por intereses de empresas, especialmente a la flota industrial Anacef, y por necesidad la miserable flota de neveritos artesanales de familias canarias, es más, se obligaba a los pequeños atuneros canarios a pagar canon de pesca por pescar alrededor de las aguas canarias, allí donde alcanzaba las 200 millas marinas de soberanía marroquí, según el Parlamento de Europa.

Desde el año 2000 al 2006, no hubo acuerdo de pesca, pero sí la creación de empresas mixtas que había ofrecido Marruecos a Anacef. Se inició la huída de la flota congeladora a los puertos marroquíes. Fontán le ganó la batalla a la Confederación mal llamada de empresarios canarios, les había prometido que sus barcos nunca se irían de los puertos canarios.

Cuando se creía que estaba atado con respecto al caladero sahariano, Marruecos quería más dinero de Europa, así es como abrió el abanico para un nuevo acuerdo de pesca, firmándose para el periodo de 2007-2011, que costó 144,4 millones de euros, más canon por barco y por toneladas según especies.

En este acuerdo se incluye la pesca pelágica de grandes barcos holandeses, con porte de 3.000 GT/buque, autorizados a pescar solamente en la zona sur de cabo Noun. La flota de cefalópodos de la patronal Anacef no figura en el convenio porque ya no les hace falta. Sus barcos tienen bandera de Marruecos, con libertad de exportación sin cargas fiscales elevadas, transacciones monetarias en los bancos de Marruecos y rapidez en las descargas en puerto, tal como quería Anacef.

Dicho Convenio del 2007 especifica que se deberá pagar licencia a Marruecos a los barcos artesanal a liña y nasas, que faenen al sur del paralelo 30º-40N. A los túnidos artesanal a caña curricán, que faenen hasta las 200 millas de la costa de Marruecos, (en Canarias hasta punta Teno) pagan licencia a Marruecos. La pesca dermesal (merluza negra, pez sable y otros), que faenen al sur del paralelo 29ºN paga licencia y obligados a descargar en puertos marroquíes un 50% de las capturas.

Llegó el vencimiento en febrero del presente año, y ante las indecisiones del parlamento Europeo, que no le salían las cuentas para el alto precio a pagar por otro periodo de 4 años, optó en conformidad con Marruecos una prórroga de un año, pagando 36 millones de euros, el canon por barco para obtener la licencia hasta febrero de 2012. El parlamento volvía a revisar sus cuentas económicas y comprendió que era prácticamente imposible pagar un nuevo acuerdo por 4 años, decidiendo que en febrero de 2012, no firmaba la ratificación. Como es habitual en Marruecos, actúo de inmediato, dando un plazo de 24 horas para que todos los barcos con licencia europea saliesen de los caladeros de ambas zona, norte y sur. El daño grave como siempre fue para la flota del estrecho y levante español, para Canarias, solo afecta a lo 6 barcos neveritos artesanales a la pesca de liña y nasa, que necesitan de los caladeros del Sahara, pero no así la decena de pequeños atuneros artesanales que pescan a caña.

Es asombros escucha al Consejero de Pesca del Gobierno de Canarias, decir que Canarias tenía 52 licencias de la Unión Europea y que solo se utilizaban 26.

Si los neveritos y atuneros no alcanzaban las más allá de las 16 licencias, quien tiene las restantes hasta alcanzar las 26 que según él dice tiene Canarias.

Canarias tiene el 90% de unidades de embarcaciones pesqueras autóctonas, pero la resultante por GT/buque es del 10%. Sin embargo, la flota española matriculada en canaria, figura con un 10% de unidades de embarcaciones pesqueras, pero la resultante en GT/buque es del 90%. Las ayudas y subvenciones al sector pesquero canario se reparte en función de GT/ buque, nunca por unidades de barcos.

¿Por qué el Gobierno de Canarias, no hace público la canalización de fondos económicos europeo al sector pesquero canario? Nos llevaríamos grandes sorpresas. Canarias al margen del caladero del Sahara, cuenta con más de 70 unidades de grandes buques congeladores que faenan por todos los caladeros del mundo, construidos como consecuencia de la supuesta reconversiones de la flota pesquera canaria. Ninguno de esos barcos son armadores canarios, y los barcos una vez bajado de astilleros, viene a Las Palmas a la celebración de su bautizo, luego salen y no vuelven nunca más. Ninguno lleva tripulación canaria, aunque mantiene la base canaria para seguir chupando de la teta europea. Los pequeños barcos artesanales de las diferentes Cofradías de Pescadores no tienen la suficiente autonomía para ni siquiera pescar dentro de una zona económica exclusiva de 200 millas.

Si Canarias quieren barcos nuevos con fondo de Europa, tiene que ser inferiores a doce metros de eslora. Está claro, no quiere que salgamos fuera del charco. Solamente los 6 neveritos son los únicos perjudicados. Todo lo demás es falsear la triste historia del sector pesquero canario. Su desgracia comenzó con la guerra civil española, la huída de veleros a América y la llegada de la flota española de arrastre durante los años cuarenta. Entonces los barcos pesqueros estaban bajo el control de la Agrupación de Pescadores Canarios (AGRUPESCA), formada por empresas españolas llegadas del norte de España como consecuencia de la segunda guerra mundial, esas empresas ya desaparecidas, eran Montenegro, Santodomingo, Lamberti, Atunera Vasco-canaria, Escobio, Leandro Sanginés, Hijos de Angel Ojeda, Pesquerías Alonso, Lloret y Llinares, Jaime Llorca, Justo Ojeda, Vicente Ortuño e hijos. Compañía Industrial Pesquera, entre otros.

Luego en los años 60 llegaron Pescanova, Diego Grimaldi, Diego Nipón, Pevegasa, Alvarez Entrena, Altapesca, Pesquera Industrial Gallega (que se apoderó de los congeladores de Lanzarote), Baldó Suchs, y Manuel Freire que solo contaba con dos viejos barcos al fresco, llamados Denia y Clio, que en febrero de 1974 los capitalizó en 4 millones de pesetas para constituir una nueva empresa con base canaria, la que hoy conocemos como Freiremar. Esta empresa es la que se fue adueñando de toda la flota con base canaria, con una estrategia ya contaba en anteriores ocasiones. Hoy Freiremar, es la única empresa con base canaria que opera con grandes congeladores por todo el mundo y que controla el poder de Anacef, de patronal salió la idea de la creación de la empresa pública del Gobierno de Canarias Proexca, para cubrir en sus inicios, las coberturas de apoyo logístico de servicios a los barcos congeladores españoles en puertos del continente de Africano. O sea, dinero público al servicio de grandes empresas privadas "españolas".

Firmado: Antonio Rodríguez de León
Presidente de la Plataforma por el Mar Canario
19-12-2011

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