Los misterios de la Virgen del Pino

2 sep 10. Por Jaime Rubio Rosales
Ahora que estamos en vísperas de las fiestas en honor de la Virgen del Pino es bueno hacer un poco de historia sobre sus orígenes y, de paso, descubrir algunos de los extraños acontecimientos que se produjeron en el lejano S.XV en los bosques de Terore.

Según las crónicas originales, “cuando la noche dejaba caer su manto de tinieblas sobre el paisaje agreste (de Teror) las miradas se fijaban extáticas en un pino grande donde un punto de luz iba creciendo hasta adquirir el brillo de una estrella. Ibanse iluminando poco a poco las ramas próximas y, al fin, todo el interior del pino era un foco de blanca y dulce claridad” (Sedeño, “Historia de la conquista de la Isla de Canaria”).

Seguro que a muchos de ustedes esta crónica original les suena a lo que ocurre con los fenómenos ovni, algo que se repite en muchas apariciones marianas. Recordemos el famoso “baile” del Sol en Fátima que causó el pánico de miles de fieles y curiosos cuando aquel disco brillante realizó un vuelo rasante sobre la multitud. Hubo heridos, algún muerto y choques traumáticos. También hubo periodistas que dejaron fiel reflejo de lo ocurrido allí como puede comprobarse en las hemerotecas.

El relato da un paso mas y dice: “noche había...en que la estrella aumentaba de tamaño hasta convertirse en una nubecilla blanca incandescente sobre la que destacaba la figura de una mujer llevando en sus brazos un infante que, deslizándose por una senda de luz descendía de las ramas al llano donde le hacían la corte muchedumbre de celestiales moradores, mientras llenaban el espacio suaves acorde de música supraterrena”

Magnífica descripción del cronista Sedeño donde vemos características curiosas:
una figura de mujer que se desliza por una senda de luz y los sones de música “supraterrenal”, nunca escuchada antes por los presentes. Y todo ello ante la atenta mirada de los canarios “que no sentían temor y desasosiego sino una paz interior que les aficionaba al extraordinario espectáculo del pino”

Muchos testigos de fenómenos ovni expresan también que no sintieron miedo ante lo que veían sino que les invadía una sensación de paz interior. ¿Tendrán algo que ver las apariciones con los fenómenos ovni? Si no tienen relación, lo cierto es que sus características se parecen mucho.

Ni qué decir tiene que al Obispo Frías le faltó tiempo para traer una escalera y poner en el extraordinario pino una talla de la Virgen, típica de la escuela andaluza del S.XV. Y esto se sabe por el relato de los cronistas que cuentan con detalle el número de ayudantes del Obispo en esta operación, el tipo de escalera utilizado y la lápida que usaron como peana para colocar la imagen. La fe hizo el resto, como sabemos.

Pero incluso la talla de la Virgen del Pino tiene su misterio porque en ella se encuentran unas misteriosas inscripciones que han sido objeto de especulaciones desde que Fray Diego de Henríquez reparara en ellas en el S.XVII y Romero Zerpa en su obra “Descubrimiento y conquista de estas Islas de la Gran Canaria” dice que en en ese siglo “estos cuatro renglones (de la túnica de la Virgen del Pino) quieren decir que dicha imagen es templo y sagrario de la Santísima Trinidad y que bendicen el vientre que trajo nueve meses al mismo Dios hecho hombre”

En la parte alta de la camisa la Virgen del Pino tiene las siguientes inscripciones, al lado derecho:


(Del libro “Nuestra Señora del Pino” de José García Ortega, canónigo, publicado en Tenerife en 1936)

Y por si fueran pocos los misterios aún quedan dos más por consignar.

El primero es el manantial de aguas curativas que surgió en el pino y al que acudieron durante más de un siglo los devotos canarios en busca de cura para sus dolencias. Teror fue durante un tiempo un Lourdes canario, ¡aunque varios siglos antes! Mas tarde el agua milagrosa pasó a ser la fuente agria de Teror y, ¡cosas de la vida!, hoy es una floreciente industria donde se fabrica la conocida Agua de Teror. Incluso el pino corrió el peligro de ser cortado para usar su madera en unas obras de Arucas. ¡Menos mal que no lo cortaron!

El último misterio es quién robó las joyas de la Virgen del Pino aunque todas las miradas se dirijan a la propia jerarquía de la Iglesia diocesana, como han apuntado algunas voces. El siguiente obispo, Echarren, añadiría mas leña al fuego cuando declaró a la prensa que el conocía el paradero de esas joyas pero que no pensaba revelarlo, ¡y hasta la fecha!. Así que tenemos otro misterio sin resolver en torno a la Virgen del Pino.