¡¡Qué susto!!

6 mar 09.
Ayer a media mañana subía por La Goleta y al llegar a La Cruz de Firgas me encuentro con un mogollón de encorbatados y un sin fin de cámaras. Tuve que continuar mi camino y apenas pude ver de reojo una tarima con banderas oficiales en medio de un descampado, igual que en las películas de Berlanga donde se retrataba la España casposa y cañí de la época. Creí haber retrocedido cuarenta años en el tiempo y pensé por un momento que Franco estaba vivo, pero eran los políticos canarios colocando la primera piedra de una carretera.

Allí estaba Román el megalómano, el de las grandes obras inservibles, Ponce el de los rallies y el alcalde de Firgas que fue votado sólo por su familia, y que en el acto aprovechó para pedir otra carretera de Firgas a San Andrés por Casablanca y así conectar a la costa.

Los yonkis del cemento que por allí merodeaban se frotaban las manos porque sus proyectos en La Cruz y Padilla saldrán adelante tras hacer esta carretera, y terminarán así de alicatar por completo el municipio de Firgas.

También estaba la oposición, que tampoco pierde la oportunidad de salir en la foto, y así nos va en esta república bananera donde la nueva modalidad es que los constructores prefinancien las obras, como esta carretera de 2,8 kilómetros y un presupuesto de 7,597 millones de euros, 64 expropiaciones para que Satocan y Sando sigan llenándose los bolsillos.