En un artículo del Geógrafo aruquense D. Ramón Díaz, publicado en 1990 en La Revista de Arucas, relata sus conversaciones con el Cronista Oficial de Arucas, D. Juan Zamora, sobre la masonería en Arucas. Según nos dice "el veterano maestro hablaba de estos temas con bastante soltura y, si bien no precisaba nombres, ni detallaba su influencia real, siempre tuvimos la impresión de que sabía bastante más de lo que aparentaba a simple vista" .
Del Cronista Oficial D. Juan Zamora dice el artículo que "en cierta ocasión me revelase la existencia de símbolos masónicos camuflados en los marcos de los espejos que decoraban la Sociedad Atlántida de Arucas y que, sin duda, el origen y la fundación de la entonces llamada Sociedad de Trabajadores, a comienzos del siglo XX, junto con la Sociedad Hespérides de Bañaderos fueron objetivos relevantes de aquellos reducidos círculos. Cierto es que las bibliotecas de estas dos entidades estuvieron abarrotadas de libros, cuyos autores pertenecían a diferentes sectas (logias) masónicas" .
En cuanto a nombres de personas de Arucas que pertenecieron a la masonería, D. Ramón Díaz acude a la obra del profesor De Paz Sánchez titulado Historia de la francmasonería en Canarias (1739-1936) en la cual aparecen cuatro nombres de masones de Arucas:
- Ambrosio Ramírez Velázquez, afiliado a la logia Afortunada desde 1874 bajo el seudónimo de Príncipe de Gales.
- Domingo Calimano Lebrunt, de origen francés y afincado en Arucas, afiliado a la logia Afortunada bajo el seudónimo de Yumuri.
- Rafael Ponce y Armas, afiliado a la logia Afortunada, con el nombre de Bentayga.
- Tomás García Guerra, que ingresó en la logia francmasónica Teide.
Pero según nuestras investigaciones, el más insigne personaje aruquense que haya pertenecido a la masonería y del cual tengamos constancia ha sido Francisco Gourié (1) , ya que en sus constantes viajes a Francia tuvo contactos con la incipiente y potente masonería del país galo.
Fruto de esos contacto fue cómo Gourié conoció al arquitecto encargado del proyecto de la iglesia de San Juan Bautista de Arucas, Juan Vega i March. Este arquitecto era discípulo del reconocido masón catalán Antoni Gaudí, el cual en la gran mayoría de sus obras dejó constancia de su pertenencia a la masonería adornándolas con todo tipo de simbología masónica.
Vega i March siguió las mismas pautas arquitectónicas que su maestro para elaborar el proyecto que le encargó Francisco Gourié, por lo cual hoy día podemos contemplar que el edificio más emblemático de nuestra ciudad de Arucas está repleto de simbología masónica y templaria.
(1) Este dato se puede encontrar en la enorme documentación de la Memoria Digital de Canarias.
La masonería en Arucas
6 Comentarios Blogger:
Vega i March, arquitecto mediocre, no siguió en absoluto el estilo modernista de Antoni Gaudí. Para eso hace falta mucho talento. Se limitó a hacer un copy&paste de una fachada gótica tres veces y a correr. Por cierto, Gaudí nunca fue masón. No existe registro biográfico alguno en la Masonería Universal de que Gaudí haya sido Iniciado en esta Orden, ni por la vía Regular ni por la vía Liberal.
En cuanto a si Vega i March fue un arquitecto mediocre no tengo ni idea, es irrelevante para mí. El caso es que toda la simbología masónica y templaria está presente en la Sagrada Familia y en infinidad de obras de Gaudí y de su discípulo copión (copiar es imitar estilo al pie de la letra, seguramente por ser mediocre) .
Si era o no masón, el debate está servido:
Gaudí y la masonería
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Saludos
Cuando comienzan las obras de la iglesia de Arucas en 1909, la Sagrada Familia llevaba casi 15 años en construcción, y ya lucía 4 de sus grandes torres de estilo modernista.
Imposible que Vega i March copiara al maestro por tres razones: la primera, porque dedico casi toda su vida a la docencia, construyo muy pocos edificios y no tuvo oportunidad, la segunda, porque carecía del genio de Gaudí o Domenech, y la tercera, porque Francisco Gourié no se lo habría permitido, el quería una iglesia gotica como las que vio en sus viajes por europa.
Respecto del debate mason, creo que quienes dejaban misteriosos simbolos masones en la piedra eran los propios labrantes. No es casualidad que la palabra mason provenga del latin "matio" que significa "constructor de muro o labrador de piedras".
Permítame que discrepe en cuanto a la libertad que pudieran tener los labrantes para colmar la iglesia de Arucas de simbología masónica. Esta va desde el número de columnas en las puertas y en otros lugares del templo, las cruces templarias, el número de "ojetes" de las vidriera y otras zonas, etc, además de otros símbolos masónicos de flora y fauna incrustados en toda la arquitectura del edificio. Dudo que hayan tenido libertad de actuación hasta ese punto.
No estoy de acuerdo con el calificativo de mediocre aplicado al arquitecto Sr. Vega i March, que quizás no tenga la fama internacional de otros ni sus obras figuren en el ránquing de ejemplares. Pero su dedicación a la docencia durante casi toda su vida, la autoría del proyecto de la iglesia neogótica de San Juan de Arucas, El Colegio de Huérfanos de Sant Juliá de Vilatorta, Urbanización de Montjuic para la Exposición Internacional 1929, etc. Académico de la Real Academia de Bellas Artes, director de Escuela de Bellas Artes, revistas de Arquitectura y otros proyectos le avalan para reconocer y recordar su labor profesional.
Respecto a la Iglesia de Arucas siempre llamó mi atención el hecho de que su arquitecto no hubiera visitado nunca dicha obra. Además, las fachadas no son copia de ninguna de las existentes en Europa, simplemente parecidas, menos las torres, como distintos edificios góticos o neogóticos se parecen no siendo iguales.
Desde Fulcanelli con El misterio de las Catedrales, empezamos a relacionar estas obras con la alquimia, el exoterismo y, en fín, la masonería. Seguramente en las construcciones de cierta entidad se observan corrientes que podemos identificar con la masonería u otras misteriosas tendencias. Pero vulgarmente se aplica a la masonería una explicación peyorativa , seguramente auspiciada por la ignorancia. Porque si los masones fueran enemigos de la religión no construirían templos encaminados a físicamente intentar llegar a Dios. Y todavía no se ha demostrado la bondad o maldad de los mismos. Solo, parece, han intentado dejar señales y datos ocultos, que nos ayuden en el futuro....continúa
Sobre la Iglesia de Arucas no se ha realizado un estudio multidisciplinar que aclare muchos puntos oscuros y que se refleje en un libro al alcance de todos. Solo esporádicos estudios y algún que otro artículo alabando su belleza.
Mi curiosidad me empuja a intentar esclarecer algunas dudas que arrastro desde mi niñez. Hace más de sesenta años correteábamos por los pasillos de la iglesia y subíamos al piso superior de la sacristía. En sus paredes estaban enmarcados los planos de la iglesia. Parecían distintos. Las torres eran otras, algo similar a la Sagrada Familia de Gaudí. A nuestras preguntas solo recibimos que se habían modificado y nada más. Si fue así, ¿Quién lo hizo? ¿Porqué no se presentan esos planos al público para general conocimiento?
Otras dudas, el suelo de la iglesia, es decir sus cimientos están sobre una roca volcánica de consistencia variable. Por sus cercanías, o debajo, pasan tubos volcánicos y el grosor de la capa de roca es desconocida. Cuando se fabricó no había aparataje geológico de sondeo para averiguar la consistencia de la base. Y ¿Cuánto pesa la mole de la iglesia? ¿ Cómo se realizaron esos cimientos? No han aparecido fisuras ni grietas que confirmen una mala construcción, como por desgracia sucede actualmente, con toda la tecnología del momento..
Desconocemos los aglomerantes, suponiendo se usaran argamasas, morteros de cal y posiblemente cemento, pero no es seguro. Los canteros acostumbraban a pegar las piedras con azufre ardiendo mezclado con polvo de cantera. Pero solo han caído algunas piedras, por el viento y causada por los anclajes de hierro oxidados.
Nos llama la atención cuando leemos u oímos, referido a las Pirámides u otros monumentos de la antigüedad, que por las juntas de las piedras no pasa ni un papel, porque no poseían maquinaria ni tecnología conocida para logras esa perfección. Y para la Iglesia de Arucas tampoco se tenía. No habían grúas, lo más poleas manuales.
Los andamios eran de madera, incrustados en los mechinales que luego se cerraban sin dejar huella. No habían sierras, abujardadores, pulidoras mecánicos. Solo picos, mandarrias o marrones, macetas, escoplos, tajaderas, escuadros, metro, regla, es decir casi lo mismo que se suponen tenían los egipcios, con la salvedad del volumen de las piedras. Y los medios de transporte, aparte una posible camioneta, eran las bestias y las parihuelas y los hombros de los obreros.
También llama la atención el tiempo en que se construyó la mayor parte de la obra.
Desconocemos quien dibujaba y hacía las plantillas, modificaba los planos, si lo hicieron, etc.
Al entrar en la iglesia, nos impresiona su amplitud y su luz, otras catedrales son muy oscuras. La acústica es muy buena, llena y vacía, sin escuchar ecos ni reverberaciones. Da una sensación de paz que nos mueve a sentarnos y escuchar lo que no oímos.
Creo que esos labrantes y personajes que hicieron posible esta magnífica obra se merecen el homenaje de que relaten su pequeña historia. Espero que alguien se decida y se lo agradeceremos.
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