Sobre funcionarios y técnicos en las adjudicaciones de obras y servicios en Arucas

28 feb 16. Declara en el último Pleno el concejal Gustavo Martín que todos los concursos para la adjudicación de obras se ajustan a la legalidad y que los partidos políticos nada deben a esas empresas que con demasiada asiduidad se ven agraciadas por adjudicaciones de obras en Arucas. !! Faltaría más !! que no se ajustaran a la legalidad. Pero esta, la ley, está plagada de grietas por donde se ha colado toda la corrupción que llena telediarios y portadas en todo el estado español. Y esta, la de concursar invitando a quien consideren, se presta a manejos.

Recalca el señor Martín que son los técnicos y no los políticos quienes invitan a las empresas que estimen oportuno a presentarse a los concursos. Cabe recordar que la eventualidad lleva aparejada una inseguridad laboral nada recomendable a la hora de disponer de un ayuntamiento donde la ciudadanía esté segura de que no existen fisuras por donde se pueda colar la corrupción. Y sobra mencionar que los técnicos y funcionarios son seres humanos y por tanto proclives a dejarse comprar.

Este procedimiento legal es ya de por sí inseguro porque posibilita que se tengan predilecciones, tal como ocurre en Arucas con la adjudicación de obras, recordando que buena parte de la podredumbre política que soporta el estado español ha pasado por delante de los ojos de técnicos y funcionarios.

Por lo tanto esta ley se escuda en la supuesta honestidad del técnico y funcionario de turno, cosa que ni dudamos ni dejamos de dudar, pero las reiterativas adjudicaciones a las mismas empresas de siempre invita a pensar mal; y dudar no es acusar, porque pruebas no tenemos, sino mostrar nuestra inseguridad ante una ley que se presta a manejos y corruptelas.

Hay leyes que no permiten otra interpretación y leyes más flexibles que abren un abanico de vías más éticas y seguras sin necesidad de salirse de la normativa. Esta segunda pocas veces la eligen los políticos, por ejemplo a la hora de nombrar asesores porque no es de obligado cumplimiento y a nadie se le escapa que es la manera de enchufar militantes.

A pocos se nos esconden los pufos habidos en Arucas por obras mal acabadas, como el Mercado y las más recientes de Hoya Aríñez y Teatro Viejo, o el desaguisado de las reparaciones en la costa de San Andrés, o los más familiares asfaltados de calles que se levantan con las primeras lluvias. Por no extendernos a Canarias porque no acabaríamos de enumerar pufos y corrupciones. Y de los partidos políticos y las empresas, señor Martín, mejor que no me tachen de cansino, solo recuerde que Ambrosio Jiménez afirma poner huevos en todas las cestas. Y paga pueblo.

J.G.S.