25 jun 14. Apenas acabado el pasado verano mostramos en este blog las lamentables condiciones de seguridad, mantenimiento y limpieza que el barrio costero de San Andrés y su playa ofrecen a sus vecinos y visitantes. Además de escombreras, los bañistan están expuestos a accidentes indeseados por rozarse con un hierro oxidado o por quedar bajo enormes piedras sostenidas a modo de calzador por cantos de la misma playa, entre otras .. que pueden ver en el reportaje fotográfico del pasado verano de este enlace:
Increíbles imágenes: así ha pasado la playa de San Andrés el último verano
Comienza una nueva temporada playera sin que la autoridad competente tome cartas en el asunto, agravándose la situación con más suciedad en el tramo costero que discurre desde Quintanilla hasta San Andrés, como ven en estas imágenes:
A la suciedad se suman los incontables vertidos de aguas fecales al mar en el mismo trayecto de costa:
Comenzó el verano, San Andrés y Quintanilla peor imposible
8 Comentarios Blogger:
Les damos otra bandera azul, manda cojones.
Estos quieren otra bandera azul, manda cojones.
a lo mojó solo quieren un barrio decente.
Pues que vean como está el solar que aquí se denunció como "Vivienda en peligro en San Andrés" después de unas costosas obras. De pena.
Alos comentario 1 y 2 les pediria por favor que aclaren el sendido de los mismo.
Los vecinos de este Barrio no queremos Galardones inmerecidos.
Simplemente denuciamos el estado deplorable de nuestra costa que es la del Municipio de Arucas.
flipante!!
De qué presumen con tanta bandera azul y este panorama al lado????????????
Dejando de lado las banderas azules, que a veces producen más sonrojo que satisfacción, lo q ue sí es evidente que San Andrés está dejado de la mano de Dios. Y no hay que achacar al ayuntamiento todas las culpas, que las tiene, sino al propio vecindario que parece que no tiene ganas de mirar hacia adelante, de ver que vivimos en otro siglo y que si hay que cambiar pues se cambia, sin problemas, sin traumas. Por tanto es de agradecer estos reportajes para propios y extraños, que por lo menos intenten abrir los ojos a los vecinos de dónde viven y que puedan preguntarse si les gusta vivir así entre escombros, entre basura, con casas que más parecen de poblados prehistóricos, aunque sus dueños se partan el lomo por arreglarlas una y otra vez. Quizás la solución no está en invertir dinero, que se ha hecho en algunas familias de forma constante y considerable, para tapar los hoyos y desperfectos ocasionados por el mar, sino en pesar en otras soluciones y la más factible, en este caso, es la reubicación de esas casas. Y lo digo por experiencia: somos de los que vivimos al lado del mar, de los que hemos tapado agujeros por todos lados, de los que invertimos una considerable cantidad de dinero en hacer unos cimientos. Pero es que el mar, que antiguamente subia en los rebozos dos o tres veces al año, ahora golpea dos veces al día, y eso durante 365 días es mucho. Esperar un milagro es posible, pero que llegue no se sabe. Esperemos que no ocurra una desgracia personal en algún y tengamos que lamentarla todos. Y esto es un llamamiento también para el Ayuntamiento que ve (¡vya si ve!) esta página web que desde aquí seguimos animando a continuar con las denuncias.
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