Buenas tardes:
Como comienzo a este pregón, me gustaría remitirme a las palabras que recoge el Saluda del Programa de las Fiestas de Santa Rita, ya que son las que verdaderamente reflejan lo que siento.
Cuando recibí la invitación para ser la pregonera de la Fiesta de Santa Rita para este año 2014, inmediatamente se mezclaron en mí sentimientos de sorpresa, ilusión, alegría y, sobre todo, de responsabilidad. De responsabilidad ante la duda de ser la persona más idónea para dirigirme a mis convecinos del barrio de Juan XXIII en sus fiestas patronales y de estar a la altura de lo que realmente merecen. Espero al menos intentarlo y a ellos principalmente les dedico estas palabras.
Es para mí un privilegio y un gran honor poder dirigirme a todos ustedes como pregonera y hablar de nuestra fiesta mayor y de nuestras costumbres, sin olvidarme de toda nuestra gente, de los que vienen y se quedan; de los que se marchan, de los que han ayudado y siguen ayudando a nuestro barrio pasando en muchas ocasiones desapercibidos; y también de todos aquellos que ya no están con nosotros pero que contribuyeron a que nuestra fiesta fuera un ejemplo de cohesión comunitaria.
Antes de continuar, me gustaría agradecer profundamente la invitación de la Comisión de Fiestas para ser la pregonera y espero no defraudar sus expectativas. De la misma forma, tengo que añadir, que en esta ocasión, como en tantas otras en mi vida, me he visto arropada por mi familia y por mis amigos, a los que agradezco su apoyo incondicional y les mando el mayor de mis abrazos. Me hace especial ilusión ver a mis compañeros del Ayuntamiento, amigos que no son del barrio pero que han querido acompañarme y sobre todo a mis compañeros del Partido.
Aunque seguramente, muchos de ustedes me conocen, ya que mi infancia transcurrió en este barrio cercano al casco antiguo de Arucas, creo que será conveniente presentarme. Mi nombre es Sonia Viera Montesdeoca y soy hija de Juanita y de Julio, de la calle de arriba. Nacida por tanto, en Juan XXIII, o el “Vaticano”, como también es conocido este barrio. Ya saben que este nombre es una consecuencia de que Juan XXII fuera uno de los papas más longevos en el Vaticano y que, además, se le conocía como “el papa bueno”, porque entre sus muchos logros destacan la salvación de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, la creación del Concilio Vaticano II, el más moderno de la historia y, sobre todo, por la defensa de los obreros. Ya en los primeros años de su creación, según Humberto Pérez Hidalgo, la voz popular le dio el sobrenombre de “El Vaticano”, por su propia denominación y por el hecho de que en la misma vía de acceso se encuentra el antiguo barrio de la Santidad, de donde surgía el ripio popular «Este es el Vaticano, porque está Juan XXIII y encima la Santidad».
Creo que por esta razón nos sentimos identificados con este nombre. Sin ir más lejos, su importancia en la historia ya ha quedado reconocida cuando en el 2000 fue beatificado y, ahora, recientemente, el 27 de abril, ha sido Canonizado, al igual que a Juan Pablo II. Este ha sido pues un barrio de obreros y trabajadores que han luchado por superarse, tanto mujeres como hombres. Este fue el ejemplo que recibí y me esforcé en buscar una formación, y recibí formación universitaria en el sector del turismo.
Siempre me he considerado una persona comprometida con el desarrollo social y cultural de nuestra gente, lo que me ha llevado a implicarme activamente desde hace años en diferentes movimientos sociales. A nivel institucional, he realizado labores como Concejala de Bienestar Social y de Educación del Ayuntamiento de Arucas, cargo que marcó un antes y un después en mi vida, ya que me ofreció la oportunidad de conocer la realidad social de nuestro municipio tal y como es. En la actualidad, desempeño mi labor en las concejalías de cultura y turismo en el Excmo. Ayuntamiento de Arucas.
No es nada fácil para mí hacer este pregón, se me da mejor, o al menos experimento menos nerviosismo, dar un discurso político o liderar cualquier reunión, que el dar comienzo a unas fiestas. De todas formas, estoy encantada de poder hacer una reflexión de lo que ha sido la historia de mi barrio durante los últimos años, despertando en mí una pasión difícil de expresar con palabras, por ello, les agradezco a todos y todas su asistencia hoy a este acto.
Para seguir la tónica de otros años, sin repetir el discurso, ya que he leído algunos de los pregones anteriores, tengo claro, que mi intención es hacerles recordar con nostalgia nuestras vivencias e intentar trasladar, algunos aspectos del pasado a la actualidad. Prometo no extenderme demasiado, de hecho, me lo exigieron así los que me conocen.
Me viene a la memoria la época de mi infancia, de mi grupo de amigos y amigas, conocidos y conocidas, cuando no hacía falta ponernos de acuerdo para salir, ya que la calle era nuestro punto de encuentro, no utilizábamos ni Whatsapp, ni mensajes para quedar, sabíamos que siempre había gente en el banco de la calle de arriba, en este parque, y para los más atrevidos en los túneles de la calle de abajo.
Recuerdo como esperábamos con impaciencia que llegarán las fiestas del barrio para poder ir a la verbena y estar hasta tarde en la calle, bailando, año tras año, aquello de: “mi caballo camina pa lante, mi caballo camina pa tras” y luego empatar sin dormir para elaborar la tradicional alfombra, en aquel entonces de serrín que era lo más a mano teníamos, y hoy en día, de sal. También recuerdo la costumbre de ir por las casas a vender números para conseguir fondos para que las fiestas fueran más ricas en actos. Está claro que mi padre me enseñó a respetar y vivir las fiestas de nuestro barrio, ya que llegó a formar parte, con gran honor para él, de la Comisión de Fiestas y en la Asociación de Vecinos.
Quizás no tenía tan claro del por qué Santa Rita era la patrona de estas fiestas. Ahora, de adulta, he podido comprobar cómo la historia de esta santa está ligada en cierta manera, con nuestra forma de vivir y sentir.
Como saben, Santa Rita fue bautizada en Italia con el nombre de Margherita Lotti, por lo tanto, se trata de una abreviación de su nombre original. Es una de las santas más populares de la Iglesia Católica y, por ende, una de las devociones más importantes de Arucas, después de San Juan Bautista, la Virgen del Rosario o Santa Lucía y San Sebastián. Sus símbolos sagrados son las rosas y los higos. No estaría mal que algunos elementos vegetales de nuestros parques sean precisamente las olorosas rosas y nuestras características higueras. Lo que más me ha llamado la atención de su biografía es que fue una esposa con dos hijos, como cualquier mujer de este barrio, que después de fallecida su familia renovó su idea de niña de ser monja. Al final de su vida, estando enferma, la visitó su prima. Esta le preguntó si quería algo y Rita le pidió que le llevara una rosa del jardín del convento. En pleno invierno, la prima creyó que no encontraría nada, pero cuál no sería su sorpresa al encontrar un pimpollo de rosa. Esa rosa representaría el amor de Cristo hacia Rita, y la capacidad de Rita de interceder por las causas imposibles. No obstante, Santa Rita es también patrona de:
las enfermedades
las heridas
los problemas maritales
las causas imposibles
las pérdidas
el abuso
las madres
los matrimonios
la familia
la paz
de los casos difíciles y desesperados
Dejando atrás el por qué de nuestra patrona, que se celebra el 22 de mayo, día de su muerte, quiero rendir un homenaje a todos los vecinos de este barrio que han pasado, al igual que mi padre, por las comisiones de fiestas, siendo por encima de todo, solidarios y participativos, valores que han permanecido en el tiempo.
Y como no, recordar a los vecinos emprendedores, que generaban y siguen generando actividad económica y bienestar al barrio, como la tienda de Antoñita, y aquellos que nos daban clases en sus garajes en verano para “tenernos entretenidos”, según mi madre, también vecinos que se han embarcado en el mundo público siempre mirando para el barrio, o la peluquera que al principio íbamos a su casa y, hoy día, ya tiene su propio local: K Nanda que decimos.
Hoy vivimos en un marco donde se han hermanado nuestras queridas “casas baratas”, llamadas así porque a finales de los años cincuenta del pasado siglo XX, se construyeron un primer grupo de 150 viviendas de promoción pública, a las que luego se unieron otras cien más, también de las misma características en 1970, con otras zonas de reciente construcción, por lo que por lo menos, no nos hemos quedado aislados. Todo lo contrario, en la actualidad incluso contamos con buenas infraestructuras, como el paseo hacia Arucas, Barreto o el parque de Hoya Aríñez, por eso mucha gente ha decidido vivir en esta zona, ya que siempre hemos sido un barrio acogedor y muy unido.
Nuestros espacios públicos siguen siendo espacios para compartir momentos de alegría y momentos de lucha, pues sigue siendo un barrio donde la gente sabe cómo está el vecino de al lado y el de la calle de arriba o abajo para ayudarse, que nos diferencia de grandes espacios como las ciudades más pobladas. Nos encantaba “chismorrear”, lo digo con orgullo “CHISMORREAR”, pero ojo, cuando algún vecino tiene algún problema nos movemos en masa para ayudarlo, es esa unión la que nos caracteriza a los habitantes de Juan XXIII. Recuerdo, con uno de los cambios de cura, no voy a dar nombre, que el que vino en ese momento no quería sacar la procesión, ¡uff¡ la que se montó, los vecinos casi se lo comen, por eso les digo, cada uno en su casa, pero cuando nos tocan algo de todos, si que estábamos unidos.
Hay que recordar nuestros orígenes, de dónde venimos, yo he estado viviendo incluso en el extranjero, pero siempre digo que soy de Juan XXIII. Estudié en lo que es ahora el CEP, pero ¡vamos!, el colegio de toda la vida, que nos levantábamos cuando oíamos la sirena.
Hace unos cinco años, se dejó de oír las fiestas de Juan XXIII en otros barrios, y decidí llevar una iniciativa con mis amigas más cercanas, con Lidia, Desi, Vanessa, Zeneida, Esther, Ana, Sole, aunque seguro que se me queda alguna atrás, por eso les pido disculpa de antemano de no nombrar a algún vecino ilustre por si se me olvida alguien. Las convencí para liderar las fiestas del barrio, ya que nuestra gente se lo merece, todos ustedes se lo merecen, teníamos que retomar la tradicional verbena, los juegos infantiles, la chocolatada de los niños, la procesión que pasara por todas las calles, y lo más difícil, convencer a los vecinos para realizar las alfombras de la procesión, y se consiguió, y un sinfín de actividades, y se logró constituir de nuevo una Comisión de Fiestas.
Posteriormente, entraron los jóvenes que están actualmente, liderados por su Presidente, Ayose, y digo jóvenes en mayúscula porque yo para ellos soy la “pureta” del grupo, y sinceramente, tenemos que presumir de ese grado de frescura que estos años inunda el barrio en época de fiesta.
Otras tradiciones naturales de Juan XXIII, y que echo de menos con mucha fuerza, eran los días de Reyes, estas cuestas que nos sirvieron de entrenamiento para los sanchesquis, bicicletas, o patines, en las que salíamos por la mañana aún en pijama, visitando las casas de nuestros vecinos para ver qué le habían traído los Reyes a nuestros amigos y amigas. Y así nos pasábamos toda la mañana, caminando por todas las calles en pijama, y digo que lo echo de menos, porque hace unos años fui a la tienda de Sary en pijama y justo al llegar al paso de peatón paró para darme paso la guagua de Santidad, y yo pensé: “Dios, Tierra trágame, un sábado por la mañana, la guagua llena de la gente que viene del mercadillo, y yo en pijama cruzando el paso de peatón, recta como una señora, pero en pijama de franela, y ¡claro¡, me dicen: “chachaaa, que ya el barrio no es como antes”, pero para mí sí, mi corazón está aquí el día de reyes, yo sigo, cuando me quedo, saliendo a la calle en pijama a tirar la basura, yo sigo llamando a la vecina a voces y no por mensaje para tomar café. Intenté retomar esta tradición de salir a la calle en pijama el día de Reyes en donde vivo actualmente, pero no funcionó, me miraron raro, por eso sinceramente, me siento agradecida por haberme criado aquí, con cada uno de ustedes.
Bueno, estamos celebrando estas fiestas en honor a Santa Rita, comienza con participación vecinal, y debo mencionar la importancia de la unión en todos los actos, ya que espero que sean un ejemplo de la capacidad organizativa, estas son fiestas para los vecinos, lo importante es que los vecinos salgan de sus casas, se diviertan, que compartan una buena conversación con los otros vecino, son fiestas en donde nos implicamos cada uno de nosotros, echando una mano, comprando números, o donando las aportaciones que buenamente podamos, que viene a significar que seguimos interesados en lo que pasa en el barrio, y sobre todo, en potenciarlo entre los más jóvenes.
Aprovecho como Pregonera para decirles que tenemos muchos motivos para estar orgullosos de ser vecinos de Juan XXIII. Deseo que cuando termine este acto, compartamos una copa, una sonrisa, un saludo, que seamos dichosos porque tenemos la suerte de vivir en este barrio con una identidad tan significativa.
Para terminar que mejor que dedicarles una poesía:
Barrio Querido
(Miguel Ramos-Valdés)
Con tiempo en mis manos, y nada que hacer.
Opté por viajar a lo que fue mi ayer.
Me subí en las alas de la imaginación
Llegué hasta mi barrio, al que amé con pasión.
Recorrí sus calles sedientas de asfalto
Me llegué a la esquina, la del gran farol
Y junto a mis viejos amigos de infancia
A coro cantamos canciones de amor.
Pareció que el tiempo detuvo su andar
Nadie había cambiado, éramos los mismos
Con las mismas faltas, con los mismos sueños
Los mismos anhelos, de un mundo mejor.
Subí a los balcones en donde jugué,
Por horas sin cuenta, sin tiempo que hacer
Y llegó a mí el eco de viejos pregones
Los cuales me hicieron querer responder.
Mi barrio querido que mucho te extraño,
Tal vez el progreso ya te eliminó
Pero sigues vivo igual que en antaño.
Mientras tenga vida te recordaré
AMIGOS Y VECINOS DE JUAN XXIII, ES HORA DE DISFRUTAR DE NUESTRAS FIESTAS, DE OLVIDADARNOS DE LOS PROBLEMAS Y DE PENSAR CON POSITIVIDAD EN EL FUTURO, FELICES FIESTAS DEL BARRIO DE JUAN XXIIII, Y QUE VIVA SANTA RITA.
MUCHAS GRACIAS.
SONIA VIERA
5 Comentarios Blogger:
Conforme avanzaba en la lectura del pregón y leo que esta señorita fue invitada por la comisión de fiestas me picó el gusanillo por saber quiénes son la comisión. Al leer en el mismo pregón que fue esta misma señorita quien animó a celebrar este año la fiesta me invade y de frente un olor electoralista que casi me tumba.
Esta señorita, para recordarle al puñado de vecinos allí presentes que son ellos, Coalición Canaria, los artífices del chiringuito electoralista no se sonroja para advertir incrustado dentro del mismo texto del pregón que sus compañeros de partido están allí presentes. Lamento que alguien se sienta dolido pero estas artimañas no son propias de gente seria.
Como aruquense siento vergüenza ajena de estos políticos que no dudan en jugar con los sentimientos de esa querida barriada de Juan XXI para captar un puñado de votos y seguir aupados en enchufes y cargos públicos donde algunos llevan casi dos lustros.
Había mas gente de Coalicion que vecinos.
Pues sí, fue un pregón con mucha participación, felicidades, pero no había más gente de partido, había muchos mas vecinos, sólo hay que ver la foto, por supuesto que al ser una persona querida en su partido fueron a apoyarla, buen comienzo de fiestas.
aah!!
cuarenta vecinos + diez de coalición......extraño porcentaje
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