Pregón Del Trapiche- San José de la Montaña (25-04-2014)

Buenas noches, en primer lugar quiero agradecer a la comisión de fiestas y a su presidente por encomendarme esta tarea tan noble como pregonar las fiestas de San José de la Montaña en el Trapiche en este año. Agradecer también la presencia de las autoridades municipales y sobre todo a los/as vecinos/as del barrio. No quiero dejar pasar por alto el reconocimiento de todos/as los/as pregoneros/as que han pasado por aquí. Así como a aquellas personas del barrio que ya no se encuentran entre nosotros y que seguro que en estas fechas se les recuerda con cariño por sus familiares. Ser pregonero de un barrio, pueblo o ciudad siempre es motivo de orgullo, pero serlo de las Fiestas de San José de la Montaña es un honor para quién les habla, a esto se le suman muchas otras circunstancias que me gustaría resaltar esta noche. Personalmente para mí el hecho de estar aquí anunciando el comienzo de las fiestas, es uno de los acontecimientos más importantes de mi vida. El Trapiche me ha dado muchas satisfacciones tanto profesionales como personales, tengo un vínculo que jamás podré romper con este pueblo y con su gente. Ustedes se preguntarán que hago aquí arriba y yo se los voy a explicar de la mejor manera posible. Mi relación con el Trapiche viene desde hace muchos años, aunque ustedes lo pueden desconocer, mi infancia siendo nacido y criado en Bañaderos tengo una vinculación tanto familiar como personal con el barrio que está totalmente entrelazada. Recuerdo mis años de adolescencia que caminábamos el barranco de Bañaderos para intentar escalar las zonas escarpadas para llegar a la Palmita. Es cierto que sólo nos quedábamos en el intento, aunque algunos de mis amigos si llegaban hasta la zona indicada escalando aquellas rocas de la montaña. Cuando teníamos ocasión subíamos el Risco, con unos 129 escalones aproximadamente desde la esquina de Carlos Félix y seguíamos por la calle Isa de Escaleritas hacia el Pico de la Carabela, continuar por la orilla de la carretera para llegar al Trapiche. Mi infancia en el colegio de Bañaderos la compartí con vecinos/as del barrio como son: Pedro Luis León, Antonio Marrero, Miguel Ángel Marrero, Miguel Ángel Velázquez, Carlos Pérez y algunos/as compañeros/as más que viven en el barrio.

Desplazarse de Bañaderos hasta el Trapiche por aquel entonces nos parecía lejísimos, pero en realidad eran apenas unos tres kilómetros, los que nos distancian de un lugar a otro. Recuerdo a mi tío Rafael Suárez Alemán, apodado el “majorero”, que vivió aquí unos años con mi tía Juana y mis primos, mi tío fue durante algunos años sepulturero del cementerio del Trapiche y Cardones. A mis primos y a mí nos encantaba jugar cerca del cementerio saltando y buscando el peligro como cualquier niño de esa época, hoy en día con las nuevas tecnologías se ve con menos frecuencia. Tenía algunos tíos de mi madre Pino la “majorera” que vivían en el Pasaje Bandama. Pero sobre todo recuerdo con ternura las tardes que acompañaba a mi abuelo Domingo Suárez Morán el “majorero” a la Hoya El Cano, con sus cabras y luego me escapaba para llegar al Trapiche a jugar un buen partidito de fútbol y jugar a alguna guerra de turrones que estaban hechos de arena y alguna piedra que otra, que se escapaba a la cabeza de algún amigo sin querer.

El Trapiche ha estado en mis recuerdos como uno de los lugares que más a gusto me he encontrado, mi infancia que transcurrió desde Bañaderos, El Puertillo, San Andrés, El Tanasio, El Rodadero, El Risco y Escaleritas donde jugueteaba y corría por las laderas y plataneras les tengo un gran afecto, pero sin lugar a dudas en este barrio donde me encuentro hoy pregonando sus fiestas siempre le he tenido un cariño especial.

Los actos festivos y culturales que se desarrollan desde el primer domingo de mayo y que recorren desde el Pasaje Bandama, Psje Aguayro, Camino de la Palmita, Psje el Monje, C/ Párraco Báez, Paseo San José, Cuatro Esquinas (C/ Magistral Marrero, Pasaje Bentayga, Fataga y Faneque), además de la Plaza de Pilar Medina, la Iglesia de San José de la Montaña y como no el CEIP El Trapiche, tienen sin duda unas características singulares y peculiares. El Trapiche fue un pago que tuvo una gran afluencia en el sector primario. Un barrio de gente humilde y trabajadora. Antes de seguir me gustaría hacer hincapié sobre el topónimo del Trapiche:

EL TRAPICHE

Topónimo con el que se conoce el pago situado junto a la carretera de Cambalud a Bañaderos (GC-331), que debe su origen a un "trapiche" que según algunas fuentes se encontraba en las tierras propiedad del conquistador Alonso de Matos, que existió en aquel lugar hasta el año 1647 en que dejó de moler caña (MEDINA DE MATOS, C.: Noticias históricas de la Ciudad de Arucas, Las Palmas de GC, 1950).

El  "trapiche" era un molino con el que se extraía el jugo de la caña de azúcar llamado "guarapo" que luego se trasladaría a un "ingenio" propiamente dicho, donde seria purgado en las calderas para obtener el azúcar en sus distintas variedades. Es posible que hubiera más de uno, según se deduce de las referencias documentales, de la utilización del plural en algunos casos y de la denominación "de abajo" y "de arriba" que recibe el topónimo en la antigüedad, pues del escaso asentamiento se infiere que la distinción es debida precisamente a la existencia de dos "trapiches".

Este histórico topónimo del Trapiche es también mencionado en la escritura de censo suscrita en junio de 1656 ante el escribano Diego Álvarez de Silva por el Administrador del Mayorazgo de Arucas Fray Juan Perdomo a favor de vecino de Arucas Juan Afonso:

«… de unas tierras situadas detrás de los Alamos en el Cerrillo que linda por la parte de abaxo un paredón antiguo y andenes del Mayorazgo y por la de arriva los dichos Alamos del Serrillo y camino real que sale del lugar del Serrillo para el cercado de San Sebastián y Hoyas de Ariñes y por el otro camino real que sale de dicho lugar para la Cueva de la Fula y Trapiches, todo lo que hubiere debaxo de dichos linderos…» El último camino real que se menciona es la actual carretera de Arucas a Moya (GC-300), que llegando al cruce de Cambalud, da acceso al pago del Trapiche en dirección a Bañaderos.

Después de este breve repaso por el significado del topónimo del Trapiche, me sumerjo dentro de mi periplo docente y mi llegada al centro, hace ya algunos años.

Desde el año 2000 cuando regresé de Fuerteventura donde estuve cuatro años dando clases, tenía en mis pensamientos en venir a trabajar al CEIP El Trapiche, escuchaba entre mis compañeros/as docentes de diferentes lugares de Gran Canaria, las excelencias y el prestigio que se había ganado a pulso en la Consejería de Educación y en la Comunidad Educativa el CEIP El Trapiche. Fue en el año 2003/2005 estando en el en el CER de Firgas, cuando tuve la posibilidad de concursar y después de solventar algunos problemas burocráticos, logré recalar en el centro en el curso 2005/2006. Desde que llegué al centro me impregné del buen ambiente y compromiso de mis compañeros/as y sobre todo de los padres y madres del centro. Después de algunos cursos escolares, tomé posesión como director, cuando mi compañera Pola decidió no continuar en el cargo, acepté la responsabilidad de dirigir un centro tan importante como éste. Si me lo permiten, quiero aprovechar la ocasión para agradecer el trabajo de mi antecesora, así como a mis compañeros/as docentes que estuvieron en aquellos cursos trabajando codo a codo conmigo y por supuesto a Rosa Mari y Ofelia componentes de mi Equipo Directivo. A las limpiadoras, a las vigilantes de comedor, a Alicia la cocinera, a Manolo y a Felo que han colaborado con el centro, así como al alumnado del centro. Pero sobre todo a quién me gustaría destacar, es alguien que cuando tenía que tomar una decisión complicada siempre estaba ahí, con una palabra amable y con un gran corazón. Ha estado en los momentos malos y en los buenos, pero siempre con un gesto de tranquilidad y una paciencia enorme. Me refiero a José Manuel Ponce Santana (Manolín), gracias por hacerme partícipe de tu barrio y con tu gente. Hemos compartido muchas cosas y siempre me has dado buenos consejos, de verdad gracias de todo corazón. También a todos/as los/as componentes de la AAVV Dácil que desde el primer día trabajamos juntos para que el centro fuera un lugar común de todos/as. Desde que llegué al colegio me integré totalmente en la actividad que desarrolla la asociación de vecinos/as. Que yo recuerde no me he perdido casi ningún acto que se organiza, desde la fiestas de San José de la Montaña, los Carnavales, los Finaos y el Día de Canarias.

Así como alguna fiesta que se celebra en Cuatro Esquinas, que se le conoce popularmente como la fiesta del Vino de Emilio, Luis, Carmen Rosa, familia y amigos/as. Por esta razón y por muchos más motivos, me considero uno más entre ustedes y les considero mis vecinos/as.

Mi objetivo como director siempre fue mantener el vínculo de unión entre el colegio y su barrio, es que no lo puedo entender de otra manera. Ayudando, colaborando y participando para que nuestro alumnado y sus familias sintieran el centro como su casa. Con una asociación de padres y madres activa con ganas de hacer actividades para mejorar el desarrollo integral de sus hijos/as. El prestigio del centro era y es palpable, por supuesto llevar el nombre del barrio fuera del municipio también es un orgullo para toda la comunidad educativa.

En el año 2011 tomé una decisión muy meditada y en estos momentos aunque esté temporalmente en excedencia por servicios especiales por cargo público, mi profesión es la de docencia y mi centro donde deseo jubilarme es el CEIP El Trapiche. Antes de seguir les quiero dar las gracias a los padres/madres por su apoyo y predisposición en colaborar siempre con el centro y conmigo cuando fui director, de bien nacido es ser agradecido. Alguien escribió una vez que uno no es donde nace sino donde se hace. No puedo obviar donde nací y no renunció en absoluto a mis orígenes, pero si añadir una cosa que es evidente y clara, mucha gente en Arucas y en el Ayuntamiento me conocen por mi vinculación profesional y personal al Trapiche. Por este motivo estoy tan feliz de pregonar las fiestas, porque les considero mis vecinos/as y al Trapiche mi pueblo. Nadie es profeta en su tierra, pero hoy me quiero considerar su profeta y dar el pistoletazo de salida de las fiestas de San José de la Montaña 2014, ya están aquí, un año más, con nuestras calles engalanadas, se preparan los actos festivos, culturales y religiosos. Unas fiestas que nos unen, que nos hacen reencontrarnos con amigos y familiares que viven en otra localidad, unas fiestas entrañables para disfrutar con nuestras familias y a pesar de las dificultades que muchos/as vecinos/as están atravesando, debemos ponernos nuestras mejores galas y pasarlo bien. Hay unas estrofas de una canción que se titula “Color Esperanza”, que tienen un mensaje positivo y de alegría, y dice así:

Se que hay en tus ojos con solo mirar
Que estas cansado de andar y de andar
Y caminar , girando siempre en un lugar.

Se que las ventanas se pueden abrir
Cambiar el aire depende de ti
Te ayudara, vale la pena una vez más.

Saber que se puede, querer que se pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Entrar al futuro con el corazón.

Me gustaría hacer mía una frase de un gran escritor que se nos ha ido recientemente, Gabriel García Márquez que dice así:

"Nunca dejes de sonreír ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa."

He intentado de la mejor manera explicar brevemente mi relación con el barrio y su gente, espero no haberles aburrido y a la Comisión de Fiestas les animo a seguir trabajando por el barrio y a todos/as les invito a disfrutar de los actos programados y que se lo pasen en grande en estas fiestas en paz, armonía y alegría, buenas noches y muchas gracias por su atención.

¡Viva el Trapiche! Y ¡Viva San José de la Montaña 2014!
Fdo.-Juan Jesús Facundo Suárez