23 ago 13. Lo tenía más complicado que nunca. En diciembre se fracturó dos costillas y en abril moría su padre. Golpes durísimos, físico y emocional, que, sin embargo, no impidieron que Miguel Ángel Santiago Ruiz consiguiese el título de campeón del mundo en la categoría Máster (-68 kilos), competición disputada en Turín (Italia).
A sus 40 años le ha llegado el título más importante a Miguel Ángel Santiago Ruiz (Firgas, Gran Canaria, 22.1.1973), un deportista que ya ha conseguido títulos muy importantes en taekwondo. Entre otros, oro en el European Master Games y en el Open Mundial de México.
Santiago, más que el triunfo deportivo en sí, lo valora «todo» porque, explica, «es una gran satisfacción personal porque todo lo haces con un gran sacrificio familiar [casado y con una hija adolescente, a las que agradece su comprensión permanente] y si sale bien, genial, si no, sabes que te has preparado bien y lo has entregado todo».
Además de las grandes dificultades previas a la cita italiana, Miguel Ángel Santiago estuvo muy cerca de no llegar siquiera a la final del Mundial Máster. Ocurrió en el combate de semifinales ante el ídolo local. Faltaban 16 segundos para el final y el canario pasó de ir ganando 0-1 a perder 3-1, con un golpe polémico (patada circular, que necesitó del vídeo para su confirmación y aún así era dudosa). Santiago, lejos de venirse abajo, «y con una frialdad increíble», recuerda, fue capaz, en el último segundo, de conseguir un golpe de cuatro puntos: patada al pecho y golpe circular a la cabeza. Apoteósico.
Fue su momento más difícil. Ya en la final, «el combate no se me complicó y gané bien», recuerda el campeón e insiste en que en el taekwondo «hay combate hasta el último segundo».
El maestro Santiago, que hace casi una década creó en Firgas el gimnasio Taekion, en donde imparte clases a unos 80 alumnos de todas las edades, ejerce como técnico de Deportes en el Ayuntamiento de Firgas. No es muy usual poder combinar ambos trabajos y la alta competición, con hasta tres sesiones de entrenamiento al día, pero él piensa en continuar hasta que el cuerpo aguante.
Nunca mejor dicho. En el año 2008 sufrió un aplastamiento de una vértebra. Su perseverancia ha dejado en evidencia el consejo médico -«retírese, déjelo todo o puede acabar en silla de ruedas...»- y, al contrario, confiesa estar en uno de sus mejores momentos deportivos. Tanto que el Campeonato de Europa de 2015 en Niza ya lo tiene en mente.
Mientras, proseguirá inculcando a sus alumnos cualidades que él se autoexigue. «Todo cuesta», explica, «pero hay una serie de valores que son inalterables, desde el orden a la disciplina, pero también la humildad y el respeto».
Como suele ocurrir en estas disciplinas deportivas, «todas las ayudas son pocas», recuerda Miguel Ángel Santiago, quien para este viaje al Campeonato del Mundo Máster debió pagarse todo de su bolsillo. A pesar de que abarató todos los costes -alojamiento en un albergue y se hacía la comida, por ejemplo-, gastó unos 1.500 euros en su semana deportiva. Su esperanza es que el Cabildo de Gran Canaria confirme la ayuda económica prometida por la Consejería de Deportes. Fuente
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