La actuación permitirá la eliminación de los materiales que cubren la práctica totalidad del pozo, declarado BIC por su relación con la desaparición de personas durante la Guerra Civil Española, empleando para ello medios manuales o mecánicos
12 oct 13. A través de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías, el Cabildo de Gran Canaria acaba de adjudicar los trabajos para verificar la presencia de restos humanos en el denominado Pozo de Tenoya, en Arucas, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Sitio Histórico.
Con un presupuesto de 53.469 euros, la adjudicación ha recaído en Reparaciones de Pozos Medina SCP, empresa especializada en trabajos en pozos y galerías y que, además, cuenta con el aval de la experiencia (sus trabajadores ya participaron en una actuación similar llevada a cabo en el Pozo del Llano de las Brujas, también en Arucas, del que se recuperaron restos de 24 de personas).
Las actuaciones, que empezarán próximamente y deberán haber concluido antes de final de año, consistirán en la eliminación de los materiales de relleno que colmatan el pozo, empleando para ello medios manuales o mecánicos, según el informe técnico, “siempre y cuando sea posible” y “hasta que aparezcan indicios de la presencia de restos humanos”, en cuyo caso se suspenderían cautelarmente.
Precisamente, para garantizar que esos posibles restos no se vean afectados, personal del Servicio de Cultura y Patrimonio Histórico Cabildo llevará a cabo un seguimiento arqueológico continuo, a pie de obra, y, en especial, mediante la inspección sistemática de los sedimentos extraídos.
La intervención se produce tras el acuerdo adoptado por el Pleno de la Corporación el 26 de abril de 2012. A raíz del mismo, se procedió a la apertura inicial del enlosado que cubría el pozo, lo que permitió comprobar que estaba completamente colmatado, con apenas tres metros libres entre los materiales de relleno y el borde del brocal.
Entonces, se planteó la necesidad de practicar sondeos mecánicos al objeto de determinar la verdadera profundidad del pozo y la naturaleza de los elementos que lo colmataban. El estudio concluyó que la profundidad sería de unos 30 metros y que el relleno era irregular, estando formado por tierra, piedras y escombros.
La naturaleza y particularidades de los trabajos requirieron de un proyecto previo realizado por un técnico cualificado (ingeniero técnico de minas) que fue encargado por el Cabildo el pasado mes de julio y entregado a finales de agosto.
Gabinete de Comunicación del Cabildo de Gran Canaria.
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