Miguel Díaz-Reixa. Restinguita, tierras raras y polimetales: la soberanía de los recursos naturales


En el reciente 8º Seminario Internacional de Comarcas Sostenibles celebrado en el Teatro Victor Jara los días 4-5.VI.2013, flotó en el aire cierto efluvio de ciencia-ficción de la mano del doctor lagunero Jorge Méndez, alma del portal http://www.names-ull.es, de la Universidad de La Laguna: su Ponencia se ocupó de divulgar Un mensaje de esperanza. Fronteras en energías renovables; un cometido excesivo para su entidad, la de un señor y una firma, privados... Lo que más ocupó su charla fue la ruptura del agua –de su estructura H2O-, para generar energía cinética, aplicándola a la movilidad, ejemplificada en un cochecito-robot... Sin embargo, al novel Dr. Méndez se le escapó alguna perla de sabroso interés estratégico, al referirse a la posible relación compositiva de la restingolita –emitida en la erupción submarina de Hierro- con las tierras raras; y estas vienen siendo causa de una virtual guerra económica entre potencias, ya que son la madre de las tecnologías de presente y futuro.

Producto del fuego mantélico y la salmuera sedimentaria del fondo oceánico, fue bautizada restingolita cacofónicamente –debió haberse llamado restinguita, si lo que se quería celebrar es el locus cercano al evento (Puerto Restinga)-; ella solita ha motivado un agrio debate –ahogado por los media-, más explosivo que las propias ‘pumitas’ que aparentan ser, debido a secular actitud imperiosa de la gobernación colonial, que lapidó a los científicos canarios en todo el dispositivo volcano-preventivo y científico/militar desplegado: el mando rector en toda crisis natural en el Archipiélago está ¡¡en Madrid!! –su vicepresidencia del Gobierno-, a 2.000 km del foco de crisis: eso es mandar por teléfono. Nos tienen un miedo que se cagan...

Pero el doctor Méndez se quedó ahí –‘levantando la liebre’ y escurriendo el bulto-, al parecer porque no disponiendo de mucha más metralla, lo
consideró algo así como materia reservada. Es sin duda materia polémica en sentido lato, inestable, como mínimo: atañe a nuestra Zona Económica Exclusiva, que la metrópoli se niega a tramitar en el espacio jurídico internacional, porque tendría que conformar una ‘hoja de ruta’ para promover, con el Archipiélago, un estatuto de Plena Autonomía Interna, como mínimo, si no quisiera implementar un plan de descolonización en toda regla –Estado de soberanía completa-, como máximo. Sólo en estos dos casos se podría declarar nuestra ZEE de 200 millas náuticas –y 350, en su caso-,pactando la mediana con Marruecos, Sahara y Madeira –otro problemilla, para Portugal-. Pero España y Marruecos están acostumbrados a trampear jurídicamente, perpetuando situaciones podridas mediante ‘hechos consumados’ y acreditar posesiones por la presencia consentida... Esto es, por la cara.


Los nódulos polimetálicos

A lo largo de millones de años, los vientos del SurEste –que provocan en el Archipiélago los sirocos, y capaces en altura de alcanzar las costas de Florida, Caribe y Brasil-, son una siembra de polvo en suspensión, que cae por gravedad al Océano y llega a sus fondos. Son el agente minero responsable del depósito, de varios kilómetros en vertical, de sedimentos que reposan en la corteza oceánica; esta a su vez, nace en la Cresta Medio-Atlántica como basalto, formando el suelo que viene ensanchando esa gran cubeta, y separando a América y África – hacia el Este y el Oeste- desde hace 200 millones de años. Todo ese tiempo quizás –si no tantos millones de años, sí muchos miles-, lleva el viento del Sahara aportando sus tierras volátiles al fondo submarino –aparte de los aportes fluviales, más locales-: por eso los sedimentos tienen ahora kilómetros de espesor.

Las transformaciones físico-químicas que tienen lugar a raíz de ese proceso de disolución del polvo arañado al vasto suelo continental sahariano, en la salmuera a alta presión y a unos 3o C del fondo, es un proceso transformativo natural, pura minería de la Naturaleza, que ha resultado en lo que conocemos como nódulos polimetálicos, un material casi desconocido aun ya que nunca lo tuvimos al alcance. Es una riqueza valiosísima de alto interés estratégico, no evaluable para muchos, pero sí por la prospectiva de los estados acaparadores de recursos naturales, al ser vital en el desarrollo de presentes y futuras tecnologías, aun impensables por inexploradas, o por descubrir.

A veces parece que las empresas multinacionales crean la ‘necesidad’ de hacer prospecciones, en realidad más para tomar posiciones de cara a estar presentes en un territorio –mar o tierra, asegurando el dominio aéreo en vertical, desde los fondos hasta los cielos-, que por los supuestos resultados de obtención de combustibles fósiles...; es un viejo mecanismo de colonización: ciertas brillantes urbanizaciones de adosados suelen ser en realidad operaciones untuosas de cadenas comerciales, que así crean primero su clientela, capitalizándose a su costa, para después instalar, junto a ellas, sus grandes superficies... Eso es lo que parece toda esa prisa desvergonzada de España por arreglarse con Marruecos para prospectar los diapiros de fondo de Fuerteventura y Lanzarote, violando conjuntamente nuestros recursos naturales y el derecho canario a sus Aguas Nacionales, con la cínica complicidad de la UE y demás.


Las tierras raras, en el fondo del mar

¿Qué necesidad habría de dar el paso descolonizador?: contra el colonialismo, descolonización ¿no? La descolonización de la región canaria/saharaui no sería sino seguir el camino secular para que los países accedan a su dignificación nacional, desarrollo integral y cooperación regional, para un mundo más feliz. Pero eso, algunos jamás podrán entenderlo... No los colonialistas, desde luego; y los financieros lo son, estemos seguros. Y los monárquicos, no digamos... Visto el éxito marroquí en la congelación del proceso nacional en el Sahara, España no ha podido sino irse rindiendo a semejante eficacia...

Y es que los nódulos polimetálicos son la ‘madre del cordero’. Esos sedimentos kilométricos en espesor, son minas de mineral pre-molturado y en capas, dispuesto para su aprovechamiento. ¡Tarde o temprano! ¿Porqué?; porque los procesos mineros en tierra tienen que realizar ese costosísimo lavado, para obtener los óxidos y bases químicas que son la materia prima de la minería de alto procesado. ¿Habrán pensado ya los ingenieros en plantas robotizadas de bombeo en el fondo –“Seguro que sí”, diremos todos-, que filtre esos enormes depósitos y vuelva a depositar la ganga a pocos metros dejando todo (supuestamente) como estaba?; ...sin más tratamientos en el mar; el resto se haría en tierra: la extracción de metales raros, sean livianos (1) o pesados, conocidos o por descubrir... (véase, en la nota al pie, la rareza total de esos elementos, desconocidos por completo para la ciencia vulgar hace sólo unas décadas).

1. Los 15 lantánidos –lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometeo, samario-, más el escandio y el itrio, son los óxidos de ‘tierras raras
livianas’ (light rare earth oxides). Europio


El avance tecnológico está ocurriendo en todo momento; cada miríada de pasos aislados que se da en la ciencia/tecnología, acaba interpelando a otros campos...; y en pocos meses o años, se implementarán las utilidades que resulten de sus propiedades, en miles de combinaciones. Sencillamente, porque eso es la tecnología: inteligencia, relacionar cosas que antes no trabajaban juntas.

Las tierras raras fueron base importante del salto tecnológico dado a partir de los años ‘60s, cuando las producían en solitario EE UU, Brasil e India.
Ante las rémoras ambientales, se fueron deslocalizando factorías a China y Sudeste asiático –cargándoles con los costes indeseados-, ...como se recordará bien, porque fue un festín global: la globalización. Ahora China viene librando una partida defensiva desde 2010, como segunda potencia económica mundial –pero “principal productor industrial del planeta” (Y. Doudchitzky)-, por las quejas reiteradas de EE UU, UE y Japón –principales propietarios-, ante sus decisiones estratégicas.

Controla el 95% del mercado de los óxidos contenidos en las tierras raras, aunque sólo el 35 % de las reservas mundiales. EE UU había cerrado sus minas, pero está desandando el camino, pese a los graves problemas contaminantes... Las tecnologías punteras, algunas de ellas ‘verdes’, dependen de esos óxidos: más eficientes baterías, paneles solares óptimos, electro-imanes para turbinas eólicas, smart-phones, ordenadores y pantallas de todo tipo (riqueza de color y nitidez)... Están en aleaciones de metales especiales, dispositivos ópticos y magnéticos, refinos petroquímicos, cerámicas superconductoras, refrigeración, fibras ópticas, tecnología de rayos X y de partículas, bombillas súper-eficientes, comunicación por microondas...

Es sólo cuestión de tiempo, por tanto, que se implemente la cultura propagandística para que los consumidores miremos para otro lado, mientras los ingenieros e inversores vuelquen sus ojos a las profundidades marinas; y los políticos estarán ahí, haciendo el ‘trabajo legislativo’, bien pagados, eso sí –nunca falla-. Ya saben: es para que no se corrompan...


Reflexionemos

Acceder a las soberanías estratégicas es una cuestión de desarrollo y de empleo: estas son las metas del noble arte llamado política. La de los recursos naturales es una de las primeras soberanías imprescindibles, junto con la energética y la alimentaria... Y la mediática y la bancaria. Cabo Verde o Islandia son dos ejemplos –insulares y pequeños-, muy luminosos.

Hablamos de maduración política, la que deberá asumir alguna de nuestras elites; abandonar la comodidad de vivir bajo las alas de la cínica metrópoli, es algo que toda comunidad política conquistada tiene que afrontar, tarde o temprano, para hacerse adulta –corriendo el riesgo de ser descabezada, como le ocurrió a todas las que lo intentaron anteriormente-, y disputarle el poder a las vendidas castas subvencionadas, y sorpasarlas valientemente...

El Monte, Gran Canaria. Junio 2013.
Miguel Díaz-Reixa.


gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio, son los pesados (heavy rare earth oxides). 17, en total, como vemos.
Salvo el prometeo, todos los demás lantánidos se encuentran como óxidos metálicos contenidos en unos 25 minerales, de los cuales los más importantes y que se explotan económicamente son bastnaesita (flúor carbonato de tierras raras), monazita (fosfato de tierras raras) y xenotima (fosfato de itrio).
...Las tierras raras son, sin duda, los minerales del futuro, ya que día a día entran en nuevas aplicaciones de la sofisticada tecnología moderna.” Yuri Doudchitzky, en http://www.tendencias21.net

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