Féloche - Silbo Gomero

30 may 13. Canarias 7 se hace eco hoy del éxito musical del francés Féloche con una canción dedicada al silbo gomero que tiene además tras de sí una historia humana entrañable, la de Bonifacio:



Existe un lugar
dónde los hombres hablan como los pájaros.
En la isla de La Gomera
se oye el silbo en eco.
Entre dos montañas amarrado a las nubes,
un guanche silba para invitarte a cenar.
De menú, un mojo picón que sube a los ojos.
Y de nuevo un silbido para decirse
« Adiós ».
Al verlo patear el pie ágil, las piernas arqueadas
solo se distingue de la arcilla por el sonido del silbo.
La lucha canaria para proteger a su isla.
El silbo para desafiar a la Guardia Civil.
Es una isla de paraíso
dónde silban también los humanos.
El canto más bello del pájaro más hermoso
es el Silbo Gomero.
Es el Silbo Gomero.
La Guagua trepa por los jardines en escalera.
En el volcán de la caminata
el silbo rompe el humo.
Y aquí estoy, pequeño gigante
listo para silbar al viento
Las dos o tres palabras que me quedan
vuelan hacia tí
GOMERO….
¡BONIFACIO!
Es una isla de paraíso
dónde silban también los humanos.
El canto más bello del pájaro más hermoso
es el Silbo Gomero.
El canto más bello del pájaro más hermoso
es el Silbo Gomero.

UNA ENTRAÑABLE HISTORIA DE UN HOMBRE QUE, EQUIVOCADO O NO, DIO LA VIDA POR ESTA TIERRA CANARIA. Y UNA CANCIÓN... PRECIOOOSSAAA !!

La historia es bella, verdaderamente hermosa. De dinamitero de bancos a su olvidado nombre regresar a nosotros en una canción para recobrarnos memoria, para dejar de olvidar…. Bonifacio. Bonifacio Santos Herrera.

Bonifacio, conocido por “Manolo el gomero”, había nacido en La Gomera, en Las Rosas de Agulo, pero vivía en el Puertito de Güímar, en Tenerife, donde siendo un pibito aún se casa y va teniendo hijos… Bonifacio se gana la vida como paredero, es un hombre tranquilo y trabajador, amante de su país y, queriéndolo ver libre de España, se integra en el MPAIAC. Eran los convulsos y emocionantes años 70 del siglo XX, donde todo parecía posible, todas las utopías realizables tras el cabrón de Franco, por fin, morirse. A Bonifacio lo trancaron por poner un petardo en el Banco Bilbao, el que hoy es el poderoso BBVA, y por hacer ruido con otro en un supermercado; todo eso en el sur de Tenerife. Bonifacio estuvo detenido unos meses y, en cuanto pudo, antes de tener que comerse años de trullo, salió por patas y se refugió en Francia. Allí se enrolló con la madre de Féloche y los tres convivieron durante siete años en Clichy, un suburbio parisino. Féloche lo considera como un padre, alguien fundamental en su vida al que le sigue profesando un inmenso cariño. Bonifacio le hizo amar una isla que se hizo mítica en su infantil imaginación. Bonifacio enseñó a Féloche a silbar y la lucha canaria, le habló del monte y los barrancos, de los pájaros, del gofio y del potaje de berros, del mojo picón… Cuando tenía 11 años, Féloche visitó La Gomera y convivió con los familiares de Bonifacio en un verano que permanece imborrable. La isla mítica se hizo cierta y Féloche la vivió…

Pero el Estado español no dejó de perseguir a Bonifacio y ante el riesgo de detención se embarcó a EE.UU. Allí en una ocasión lo visitó Féloche… En 2010, A Bonifacio lo matan en Nueva York unas personas a las que él había acogido en su casa...

Féloche no lo olvida, ni a La Gomera tampoco. Bonifacio se funde con La Gomera en la canción Silbo que se convierte en un éxito en Francia en la voz de Féloche…

Y la canción llega al CEO de Hermigua y la historia se desenreda a través del trabajo escolar e internet: Bonifacio es Manolo el gomero, independentista dinamitero, exiliado forzoso capaz de transmitir el amor que siente por su tierra a un niño francés. Y Féloche adoptó a Bonifacio y a La Gomera. Y ahora Féloche vuelve otra vez a La Gomera, devolviéndonos orgulloso a Bonifacio, devolviéndonos a su héroe, al padre que él adoptó. En los tiempos en que abiertamente ya decimos que los máximos ladrones se llaman bancos, Bonifacio regresa para quedarse con nosotros. Siéntanlo: Manolo el gomero es todo amor, es canción, es silbo, barranco, pájaro y patria. Y para los bancos, dinamita.

PD: Esta foto no le hace justicia ya que siempre andaba sonriendo.


0 Comentarios Blogger:

Si tiene cuenta de Google o correo de Gmail inicie primero sesión AQUÍ y luego vuelva al blog y elija en el desplegable bajo este texto en "Comentar como" la opción "Cuenta de Google".
Si no tiene cuenta en Google o Gmail hágala con unos sencillos pasos aquí
Puede comentar con su perfil de Facebook utilizando la caja de comentarios que tiene encima de este texto.
Agradecemos su tiempo y dedicación a leer el blog y a participar y comentarnos sus inquietudes.
Los comentarios y opiniones son responsabilidad del autor de los mismos. Seamos respetuosos y hagamos debate constructivo.
Lea nuestras Condiciones de uso