20 años de Coalición Canaria



31 mar 13. Parece que fue ayer, y hoy se cumplen 20 años de aquel miércoles 31 de marzo de 1993 en el que el Parlamento de Canarias vivió un pleno en el que medio gobierno autónomo censuraba a su presidente y al otro medio. Un pleno histórico e histérico que estuvo pendiente de sentencias judiciales, de un exlegionario peninsular (Martín Paredes) que reclutó por la vía de urgencia a matones que iban a Madrid a secuestrar un diputado para que volara a Tenerife a votar por el primer Mencey de un gobierno nacionalista canario, el empresario de la construcción Manuel Hermoso. Esas fueron las jediondeses en la banda censurante, en la censura habría que hablar de conversaciones de Jerónimo Saavedra con poderes del Estado para que Fiscalía y jueces movieran fichas que frenaran procesos y condenas al disputado voto de Honorio García Bravo. También hubo movimientos desde el PSOE para que se ejecutara una sentencia del Tribunal Supremo antes de la fecha de la moción de censura (31 de marzo) para inhabilitar el voto de Dimas Martín.

Desde aquel 31 de marzo han pasado dos décadas en las que Coalición Canaria ha estado presidiendo el gobierno de Canarias, en las dos últimas legislaturas sin necesidad de ganar las elecciones. Veinte años en los que han evolucionado desde aquel miedo inicial a poner la palabra “nacionalista” en su marca (“es que eso provoca rechazo” me dijo uno de sus fundadores a la salida del hotel donde inventaron la marca), a asumir como propia la bandera nacional canaria creada por el MPAIC, cuyo líder Äntonio Cubillo estuvo a punto de morir en un atentado de terrorismo de Estado cuando en el Estado gobernaba UCD, partido en el que militaban buena parte de sus fundadores de la banda derecha (Manuel Hermoso, Paulino Rivero, Lorenzo Olarte…).

Cuando nació la criatura los dos partidos centralistas estuvieron anunciando su entierro desde el primer día. También lo hicieron muchos periodistas. Pero como dijo Groucho Marx “estos son mis principios, si no les gusta tengo otros”. Y los mismos políticos que anunciaron su funeral se prestaron a pactar con ellos (tanto PP como PSOE) y muchos de los periodistas que anunciaban el peligro del “nacionalismo” en el poder, se convirtieron en asesores, columnistas, editores o escribidores de discursos de los distintos presidentes de gobiernos o consejeros que ha tenido la otrora malvada Coalición Canaria. Mirar la hemeroteca de hace 20 años y leer la prensa de hoy nos puede dar una de esas evoluciones. Pasó con el PP y sus medios cercanos y pasa ahora con el PSOE y su medio cercano.

Esta misma semana, en el debate de la Nacionalidad Canaria, el número dos del PP de Canarias, Asier Antona , aludía al nacimiento de Coalición Canaria y contaba que él era un estudiante de instituto. Decía Antona desde la tribuna del Parlamento “Nunca imaginé que aquellas siglas iban a hacer tanto daño a Canarias”. Una frase que resume el alto grado de cinismo de la política isleña: no se entienden los 20 años de Coalición Canaria sin el apoyo la mayor parte del tiempo, del partido de Antona. Lo mismo podría decirse del PSOE, que hasta hace año y medio consideraba a Paulino Rivero el representante de la “derechona” y denunciaba la situación de la sanidad, de la educación, las privatizaciones. Ha bastado año y medio en el machito y su complicidad en el recorte de millones de euros en las áreas sociales, para que lo que era un infierno se haya convertido en el paraíso.

Un humilde servidor siempre ha visto a Coalición Canaria como una organización que ha sabido ocupar un espacio electoral que en Canarias siempre ha existido desde finales del siglo XIX. Secundino Delgado desde el periodismo y la lucha obrera y José Cabrera Díaz con la fundación del Partido Nacionalista Canario en 1924 forman parte de la historia de la concepción de Canarias como pueblo diferente, con una evolución histórica desde la conquista que no ha seguido la trayectoria social y económica de los pueblos de la Península Ibérica. El nacionalismo canario que combatió la UCD existió antes de Coalición Canaria, y ha seguido existiendo fuera de Coalición Canaria. Dentro de CC ha nacionalista con buenas intenciones, pero desde su origen la dirigencia ha estado formado por una panda de oportunistas que han mirado más su cartera o los intereses de sus patrocinadores que los de Canarias como pueblo que tiene derecho a un desarrollo autocentrado.

Frente a los que en el terreno periodístico han defendido que la regeneración de Canarias pasaba por un pacto PP-PSOE para matar a Coalción Canaria (algunos de esos se dedican hoy a subir a los altares a Paulino Rivero desde sus medios patrocinados por el gobierno canario), un servidor siempre ha defendido la necesidad de una fuerza política de obediencia canaria en las instituciones isleñas y en las Cortes Generales. Creo que en estos 20 años se pueden hacer tres balances: el político, el económico y el social. En el político ha sido positivo la presencia de diputados y senadores que no dependían de Ferraz o Génova, ha servido para que se tenga más en cuenta a las islas en los presupuestos del Estado. En el balance económico: ha venido más dinero ha Canarias por la presencia de CC que si no hubiera existido. En el social: una auténtica calamidad.

Los gestores de CC en las islas, precisamente porque no eran nacionalistas sino insularistas y en su mayoría de derechas, han entregado el dinero a sus empresarios de cabecera. Y así tenemos una de las comunidades con mayores desigualdad social, con más pobreza y con un desastre medioambiental. Con CC en el poder se ha defendido un modelo desarrollista, insostenible, se opusieron a la fusión de las cajas de ahorros canarias, prefirieron entregarlas a entidades foráneas, han perseguido a periodistas críticos y han mantenido y alimentado a los poderes fácticos de siempre: sectores agrícolas y de la construcción.

Pero es bueno conocer cómo empezó todo. La víspera del IV Congreso Nacional de Coalición Canaria, en octubre de 2008, escribí en Canarias Ahora dos artículos donde explicaba cómo fue concebida y cómo nació Coalición Canaria ( se titulaba : Nacimiento de Coalición Canaria I y II). A continuación reproduzco estos artículos con dos títulos más acorde a su contenido: La Orgía y El Parto.

La Orgía

Es bueno recordar cómo empezó todo, cómo fue posible esta unión de la derecha y la izquierda canaria. Fui testigo de los movimientos en la parte izquierda de la pista. Mientras el gobierno de Felipe González organizaba la Expo de Sevilla para celebrar los 500 años de la desorientación de Cristóbal Colón, un marino genovés que buscaba Filipinas y acabó con su barco en las costas del Caribe, en Canarias la izquierda superviviente del UPC y el PCE renunció a la movilización social por su vocación por los despachos oficiales. Sus dirigentes dejaron el timón del barco a José Carlos Mauricio, que dio más vueltas que Colón cuando descubrió (es un decir) América. En el barco de ICAN cristianos y comunistas intentaron salvar a Gran Canaria de las garras de ATI, y echaron a los socialistas del cabildo grancanario y pactaron con el PP y el CDS ante los ojos lacrimosos de Carmelo Artiles. Pero a los pocos meses Mauricio dijo lo contrario, y quiso salvar a ATI de Gran Canaria, y comenzó a reunirse con el empresario de la construcción Manuel Hermoso, que era en ese momento el vicepresidente del gobierno de Jerónimo Saavedra.
El resto del trabajo lo hizo un marino segoviano llamado Julio Bonis (CDS y luego Centro Canario Independiente) y un antiguo legionario que también procedía de las tierras ibéricas llamado Martín Paredes (por Independientes de Fuerteventura-AIC). En Lanzarote no necesitaron a ningún peninsular porque tenían a un chorizo típico de la tierra, alcalde experto en cobrar licencias urbanísticas para vender paquetes de cebollas fritas. En Fuerteventura tuvieron olfato para elegir a Fonfín Chacón y a Barragán, lo peor de lo mejorcito de la derecha y la izquierda majorera.

En las islas occidentales los papás y las mamás de la criatura eran los llamados “independientes”, que eran los supervivientes de la UCD de Suárez, sí, Adolfo, el señor presidente del gobierno que contrató a los mercenarios que intentaron asesinar en Argel al inventor de la bandera nacional canaria que ahora reivindican. Lo cuento como lo contaron los autores confesos del atentado Juan Antonio Alfonso González y José Luis Cortés. Para no dar la imagen de náufragos de la UCD, las AIC permitieron que se subieran al barco los viejos comunistas Aurelio Ayala y Antonio San Juan, que daban un toquito social frente a la aristocracia de los padrones y Castro Cordobés.


El Parto

Así comenzaron los besitos en la frente, en la cara, los manoseos y finalmente los buenos polvos. Los polvos fueron en diferentes hoteles de Tenerife y Gran Canaria. Hoteles de varias estrellas (¡nunca de 7 estrellas, que eso vino después!). Yo estuve en el hotel Iberia en Las Palmas de Gran Canaria. Fue en La Gran Suite, también conocida como la suite de Paredes. Un lugar estupendo para montar una bueno orgía: entras y ves un pequeño hall, subes unas escaleras que dan a un salón grande, con una gigantesca mesa de redonda de reuniones, a su lado había un sofá, luego el vestidor con el cuarto y dormitorio. La cama de matrimonio tenía un cabecero precioso, labrado en plan antiguo, como esa cama no había ninguna en las 297 habitaciones del hotel. En la Gran Suite vivió durante varios años a principios de los noventa el antiguo legionario Martín Paredes. Allí antiguos enemigos íntimos como Olarte, Mauricio y Hermoso enterraron viejos odios para presentarse en sociedad como felices padres de una nueva criatura.

Después de la orgía, donde se desnudaban, se besaban y, sobre todo, se cambiaban de chaqueta, llegó el momento de la prueba del embarazo. Si fecundaba el óvulo de la censura se daría el primer paso para dar vida a la criatura. El óvulo se presentó en forma de moción de censura en el registro del Parlamento canario el 18 de marzo a las 8 de la mañana. El traidor Manuel Hermoso quiso tener un gesto de caballero y llamó a su presidente. En la casa una señora cogió el teléfono y dijo: “Don Jerónimo está durmiendo”. “Pues no lo despierte” le vino a decir el todavía vicepresidente, prefería garantizar el registro de la censura en el Parlamento con Jerónimo Saavedra durmiendo, que ya tendría tiempo el dirigente psocialista de vivir una hermosa pesadilla.

El penúltimo día de marzo de 1993 acudieron al Parlamento al pleno de la moción de censura a Saavedra. En la primera sesión Manuel Hermoso subió a la tribuna a explicar porqué censuraba a un gobierno del que formaba parte. Mientras unos aplaudían a Hermoso, Martín Paredes contaba los diputados: uno, dos, tres, cuatro… treinta…Y volvió a contarlos: uno, dos, tres…, veintinueve, treinta…Faltaba uno. Honorio García Bravo no estaba en el Parlamento. Tampoco estaba en Yaiza, ni en Lanzarote. Se decía en los pasillos que Saavedra y los socialistas habían hecho cosas feas para que Honorio desapareciera, le prometieron perdones a sus fechorías si no votaba la censura. Pero Martín Paredes pudo demostrar que es difícil competir en cosas feas con un viejo legionario. Su servicio de desatascos de cloacas localizó al parlamentario 31 en la calle San Francisco de Sales de Madrid, en el hotel Minadanao. Hasta allí mandó Paredes a dos gorilas. Honorio abrió la puerta de su habitación pensando que le traían un café. Los gorilas le pegaron un par de piñas y le explicaron que un antiguo legionario les había encargado que lo llevaran a Tenerife. Así llegó el político lanzaroteño con el ojo hinchado al Parlamento. Un servidor le preguntó con el micrófono de Onda Cero: “¿oiga, usted estaba en Madrid para no votar la censura?” Y Honorio me respondió “no, yo fui a ver a mi oculista”. Que mal le dejó el ojo el oculista, pensé.

Se votó la censura y Manuel Hermoso salió presidente del gobierno. El Diario de Avisos tituló “abril amaneció Hermoso”. Desde los estudios de Teide Radio mandé una crónica a Onda Cero en Madrid. La productora de Manuel Antonio Rico me dijo que tenía que entrar en la tertulia, para explicarles a los oyentes por qué un vicepresidente de un gobierno se censura a sí mismo, y se convierte en el primer presidente nacionalista de la historia de las islas. Acepté el reto. Después me fui a la avenida de Anaga. Los insularistas invitaban a las copas a los periodistas, pensaban que con tres cervezas nos íbamos a creer que eran nacionalistas. Los más indiscretos nos hablaban de lo bueno que eran los gorilas que contrató Martín Paredes.

Cuento la historia porque creo que es bueno que las generaciones actuales conozcan el origen de esta criaturita llamada Coalición Canaria cuyos papás manejan desde hace 20 años los dineros públicos de las islas. Así eran los padres, ahora vienen los hijos, esos jóvenes que levantarán la bandera de las siete estrellas verdes en el congreso del partido este fin de semana. Es cierto que a estos jóvenes no se les puede acusar del pecado de algunos de sus papás, de haber pasado de procuradores franquistas a tener el monopolio institucional de la defensa de la patria canaria.

La prueba de fuego para estos políticos que dicen defender Canarias será cuando les toque defender a la patria isleña desde la calle y no desde los despachos oficiales, cuando les toque mezclarse con “nuestra gente” y no gobernar contra ella enterrando iniciativas legislativas populares y aliándose con el nacionalismo español más rancio, cuando demuestren que tienen ideas y no intereses, que no son el capitalismo cementero que cree que defender la nación canaria es gobernar al dictado de constructores y hoteleros de lunes a viernes y el fin de semana acudir a las romerías con cachorro y manta esperancera.
Si se produce el milagro de que a partir de este fin de semana (me refería al último fin de semana de octubre de 2008 cuando se celebró el IV Congreso Nacional de Coalición Canaria) cambia realmente la dirección de Coalición Canaria, a los que manden a partir de ahora no debemos exigirles que paguen el pufo de varios millones de pesetas que Martín Paredes dejó de pagar al hotel donde montaban las orgías que provocaron el feliz embarazo. Lo que sí deben demostrar es que están dispuestos a superar el pecado original de sus papás, que están dispuestos a trabajar para ganar la confianza ciudadana, para llegar al poder sin tener que usar los servicios de cloacas de un viejo legionario.



Hasta aquí el relato de la orgía y el parto que escribí hace cinco años. La cosa ha cambiado poco. Bueno, ahora Paulino Rivero después de su segunda derrota electoral sigue siendo presidente de Canarias gracias al PSOE. En el terreno político Rivero sigue practicando la misma política del primer año: discursos cargados de voladores, planes de empleo, defensa de Canarias, denuncia de las deudas del Estado. En la práctica política su gestión se caracteriza por mantener un gabinete donde abundan los mediocres, recortar los presupuestos sociales, de Sanidad y Educación y mantener los dineros para la propaganda, para el apoyo de medios públicos y privados que le hacen la ola e intentar estrangular a los que no le ríen las gracias. Y así pasarán otros 20 años si no surge alguna fuerza canaria que llegue al poder desde abajo, que pueda romper con 20 años de monopolio del poder basado en el juego de la sillita que CC ha ido haciendo con el PSOE y con el PP. Si CC hubiera sido un partido nacionalista serio, con ideología y arraigado en la sociedad se hubieran dado cuenta de que en el fin de semana de muerte y resurrección de Jesucrisito de 2013 tenían una fiesta de cumpleaños.

*La foto que encabeza esta entrada corresponde a una reunión de dirigentes de Coalición Canaria en marzo de 1995, se ve a Paulino Rivero, José Carlos Mauricio, Julio Bonis y José Carlos Francisco. Fue el día que firmaron un pacto con el PP para apoyar la investidura de José María Aznar y la entrada del PP en el gobierno canario. Apenas 2 años después de nacer para gobernar siempre con “obediencia canaria”. Sus cargos hoy son: Paulino Rivero (presidente del gobierno), José Carlos Francisco (presidente de la patronal tinerfeña tras haber sido consejero de Economía y Hacienda con CC), José Carlos Mauricio (asesor “gratis” de Casa África) y Julio Bonis (tras ser consejero de Sanidad ha sido vendedor de productos quirúrgicos sanitarios por Latinoamérica).

Autor: Juan García Luján
Fuente: http://juanglujan.wordpress.com/2013/03/31/20-anos-de-coalicion-canaria/

2 Comentarios Blogger:

Anónimo dijo...

¿Veo a Mauricio en la foto o es su espectro? ¿Y a Bonis, el piloto de jetfoil con negocietes turbios en Méjico? Sí, es Bonis, se le nota en el mostacho.

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Anónimo dijo...

Otra gran mafia que hemos que tenido que aguantar los canarios,junto con el pp y pse.

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