Alimentando sanguijuelas

10 mar 12. A los políticos locales les ha dado en estos tiempos por alimentar sanguijuelas con la política de externalizar servicios básicos. La sanguijuela (Hirudinea) es una clase del filo anélidos que puede ser marina, terrestre y arborícola o de agua dulce. Se caracterizan por adherirse a un cuerpo animal y parasitar para alimentase de él. Como ejemplos de esta especie tenemos al amiguete de uno del trío de las Azores que vive o parasita en nosotros vía líneas de teléfono, o accionistas que nos chupan la sangre a través de la red eléctrica, por poner sólo un par de ejemplos.

Volviendo a nuestra localidad, alimentamos vía tuberías y a través de veloces contadores de agua a otro parásito que al parecer está exigiendo más alimento, además de otro autóctono, socio de otra enorme sanguijuela, que vive de la basura que generamos en nuestras viviendas, y el recién llegado, por obra y gracia de nuestros políticos, que parasitará y se alimentará de nuestros vehículos en las calles de Arucas mientras otra sanguijuela local permanece al acecho de la víctima.

Se caracterizan estos parásitos por no dar un palo al agua, cotizar en bolsa y repartirse dividendos provenientes de las necesidades más básicas del ser humano. Viven lejos, muy lejos, en suntuosos consejos de administración, aislados para no ver a las víctimas ni la bajeza de sus actos camuflados con plumas de oro cuando los ejecutan. No es inteligente la sanguijuela, más bien listilla, con amistades y sin escrúpulos.

Hay otra sanguijuela llamada Estado que podría muy bien parasitarnos a través del agua, teléfono, luz eléctrica, etc. , pero dependiendo de cómo se alimente, lo podríamos soportar y retroalimentarnos, o bien, convertirlo en una monstruosa sanguijuela.

Votamos y elegimos a nuestros políticos para que gestionen de la mejor manera nuestros intereses como ciudadanos, entre ellos la limpieza y la higiene, pero algo habrá en las sanguijuelas para que el ayuntamiento no pueda fumigarlas.

El Ganador