30 dic 11. "Arucas: revista gráfico-literaria" fue una publicación de la década de los años 40 cuyos redactores eran Juan Zamora Sánchez, José M. Almeida Falcón y Juan Henríquez González. De ella entresacamos como curiosidad la publicidad de la época, desde bares hasta ultramarinos que a más de uno de nuestros lectores les será familiar:
La publicidad de los años 40 en Arucas
2 Comentarios Blogger:
Mis felicitaciones por publicar estos queridos recuerdos de nuestra historia. Se agradece que alguien vele porque estos desteñidos papeles no se pierdan. Son retazos de nuestra infancia o juventud. La Panadería de Dominguito Ferrera, asi familiarmente se le llamaba, donde estuve estudiando en el Colegio Ferrera, ubicado al fondo de la misma. La Carpintería Diaz Batista, donde tanto jugué con Manolo, qepd, amigo de la infancia y nieto de Maestro Manuel Díaz. Y asi hasta llenar un libro con innumerables anécdotas. Por cierto en uno de los anuncios se ha colado un gazapo. El de Muebles Díaz Batista. La esposición no estaba en León y Castillo. Estuvo en Francisco Gourié, adosada a lo que hoy es el Banco Bilbao. Las técnicas de caja, tipos e impresión, con máquina Minerva, de la época no permitía corregir como hoy hacemos a golpe de ratón.
Continuando con mi comentario anterior, en el número nueve de la calle León y Castillo, en aquella época, se encontraba la casa de Don Bernardino Santana, popularmente conocido como Don Bernardino el del gofio. En la planta baja, hoy sucursal de Caja Insular de Ahorros o como se llame actualmente, se encontraba el despacho de la tienda del gofio de su molino. Era corriente ver grandes colas para poder comprar la cantidad de gofio, de acuerdo al número de familiares, porque estaba racionado con la correspondiente cartilla. Recuerdo a la señora que atendía, entre otros, a los desmayados compradores. Siento no recordar su nombre, era de La Goleta, y muy querida por todos porque siempre intentaba que nadie se marchara sin algo de gofio en la talega. Aprovechando el agua de la Heredad, en La Goleta existían unos cinco molinos de agua, el primero en El Lomo de San Pedro y el último, el de Abajo, en la subida a El Calvario. En Santidad, Don Juan Cardona tenía uno, de fuego, por ser a motor y años más tarde Don Pedro Rosales instaló otro de agua en Las Chorreras, aprovechando la caída desde un estanque en la Montaña, movido por agua de La Cumbre y Crespo.
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