2 jun 11. Jaime Rubio Rosales
Cuando ve lo que está pasando en Grecia lo primero que piensa es, “pobres griegos, ¡qué mal se lo van a hacer pasar a partir de ahora!” Como en un drama griego se va a ver obligados a sufrir lo insufrible.
Sin embargo, si miramos con lupa a lo que ha dado origen a esta bancarrota del país heleno, vemos el tema de forma muy diferente. Lo digo porque todo esto viene de cuando gobernaba Grecia el partido conservador que convocó elecciones anticipadas para dejarle el marrón al actual gobierno socialista. ¿En qué consistía ese marrón? Pues, entre otras perlas, en haberle subido el sueldo a políticos y funcionarios por encima de los 3000 euros mensuales en un país con una economía mucho mas dèbil que la de España. Así, tenemos que el actual presidente griego cobra mas sueldo que Obama o Merkel. Además, los griegos mas ricos prácticamente no pagan impuestos por un estado de corrupción que se extiende por toda la sociedad griega. Un dato curioso es que aún se sigue pagando la pensión a miles de griegos ya fallecidos. Otro dato curioso es que el gobierno conservador anterior incluyó en el informe del PIB que presentaron a Bruselas para poder entrar en el euro ¡hasta los ingresos por contrabando!
Todo este cachondeo económico estaba claro que terminaría descubriéndose y que haría saltar por los aires su economía, poniendo en peligro, de paso, la estabilidad del euro.
En ese contexto se entiende que los contribuyentes alemanes no vean claro por qué tienen que ayudar a un país que ha estado viviendo muy por encima de sus posibilidades, despilfarrando los ahorros e ingresos, y presumiendo de rico sin serlo. No es raro tampoco que muchos ciudadanos alemanes piensen que a un país tan díscolo deberían expulsarlo de la eurozona para que sus problemas no les afecte a los demás socios y a la propia fortaleza del euro.
También se entiende por qué el Reino Unido, muy sabiamente, se quedó fuera de la zona euro.
Y, sobretodo, se entiende que Europa le haya impuesto a Grecia medidas de ajuste duras, muy duras, con el mensaje de deben de vivir con arreglo a sus posibilidades y no como si todos fueran Onassis.
Lo malo es que en este drama griego pagarán justos por pecadores.
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