A Marisol Collado

6 feb 10. Jorge Guerra
Desde que decidí hace ya algunos años dar en público mi opinión personal sobre la política, supe desde el principio que tendría en algún momento que pasar por algo desagradable, y llegó el día.

Marisol Collado es una persona que me transmite preparación y honestidad, al igual que varios de los componentes de Nueva Canarias en Arucas, aunque no tengo la misma opinión de la dirección de su partido por tener algún personaje nefasto para Canarias. Acatar las consignas de Román Rodríguez es lo más razonable para un Comité Local, por lo que no resulta descabellado que pudiera imponer su decisión desde la Vicepresidencia del Cabildo que trazó proyectos en la Costa de Arucas, y que se votaron tras su salida del Pleno.

Me desconcierta su ambigüedad, su sí pero no en algunas ocasiones, por eso dije lo que dije, y por eso dudé cuando abandonó el Pleno. Desconozco la vida personal de los concejales de mi municipio, opino siempre sobre su labor política, nunca en lo personal, la mayoría me resultan excelentes personas pero militan en partidos políticos en manos de corruptos y de intereses muy concretos.

Considero que la respuesta de la concejala a mi comentario debió darse en la misma web donde lo publiqué, donde el número de visitantes es muy inferior a los del querido medio en que hizo su réplica, y donde quienes la leen desconocen en su mayoría el asunto.

Reconozco que la forma de expresar el comentario no sea quizá la más adecuada, pero tengo derecho a preguntar a una concejala de mi municipio por su actuación política.

Pido disculpas si la he ofendido con un comentario político, al igual que pido mi derecho a opinar de la labor de cualquier cargo público, y repito que si un Comité Local acata la decisión tomada por la dirección de su partido, es un hecho usual en política. Si no es así en este caso, reafirma mi confianza en su labor, pero no me quita el derecho a dudar de toda la política que se cuece y practica en Canarias.