Un país de granujas, truhanes y sinvergüenzas

3 dic 08. Jesús Pérez Guerra
¿Podría alguien, hoy en día, decir que no ha oído hablar, en alguna ocasión, de este o aquel caso de corrupción en la vida pública de este país?

Decirlo seria de un cinismo rayano en la sinvergüencería. Periódicos, revistas, radios, TVs y hasta la comidilla diaria en bares y tertulias, son las distintas formas en las que se concretan las posibles maneras de recibir información de todos estos hechos que están pasando casi a diario en nuestra tierra.

Se está llegando a tener la sensación de estar rodeados de mafiosos, piratas y bucaneros, para los que no hay otro norte más que el del robo, la prevaricación y el pillaje de todo los bienes públicos.

La cita bíblica aquella del becerro de oro se está quedando como un juego de niños si la comparamos con lo que estamos viendo hoy en día entre nuestros políticos.

Nunca robar ha sido tan barato como esta ocurriendo hoy. Aquí nunca hay culpables. Aquí los jueces siempre terminan sobreseyendo todas las denuncias contra esto cuatreros de lo público, porque no hay una sola ley por medio de la cual se pueda juzgar y condenar a estos cuatreros. Las leyes solo sirven para encarcelar a los raterillos de radio-casettes de 4 o 5 mil ptas. o 30 € de hoy, con 3 o 4 años de cárcel, pero no para el que ha robado 3.000 o 4.000 millones de las antiguas ptas. , porque esos son la élite social de este país y los portadores de los valores mas representativos de esta sociedad, ¡faltaría mas! Y si alguien dice lo contrario es porque es un comunista, un terrorista o cualquier otro calificativo despectivo que ellos ya se preocuparan de poner en boga en todos los medios de comunicación de que disponen.

Y uno se pregunta, y ¿por qué no se condenan todos estos delitos? La respuesta solo es lógica si respondemos que es porque todos sin excepción somos culpables de este latrocinio sin límites. Unos por ser los autores directos del desaguisado, otros por colaboradores necesarios del mismo, otros porque conociendo el problema miran para otra parte, otros porque viendo lo que ocurre votación tras votación, siguen votando a los mismos partidos y personas que comulgan con las mismas ideas, por no tener la valentía de cuestionarse de una vez para siempre si lo que le han venido diciendo hasta ahora es verdad o solo se lo dicen para seguir sacándole el voto y así podríamos seguir nombrando casos y situaciones, que en conjunto explicaría lo que está ocurriendo aquí.

El pasado domingo 16, salia en el periódico C7 un articulo, que en su interior se titulaba “Cifras de escándalo sin responsables”. En él se hace una relación de los más conocidos casos en los que los canarios vamos a ser los “paganinis” de turno y estos casos son: Montaña Tebeto en Fuerteventura, Tindaya en Fuerteventura, Decreto de la Moratoria turistica en todo el archipiélago, las Torres del Canódromo, Emalsa y Expropiaciones en Las Palmas de G.C., el PIO de Gran Canaria, el tema de Costas con las Teresitas como bandera y después 5 casos pendientes de resolución en los juzgados y que son Montaña Roja, Inalsa y las expropiaciones en Las Vegas en Lanzarote, una fila de compromisos por valor de 230 millones en el Ayuntamiento de Las Palmas de G.C. Y por fin el caso Veneguera en Gran Canaria. Y resumiendo para no volvernos locos con esta inacabable lista de despropósitos, todos esos desaguisados pueden llegar a suponer la friolera de 2.150 millones de € para las arcas públicas o lo que es lo mismo 361. 772. 000 millones de ptas. A mi me dan hasta mareo estas descomunales cifras y me viene a la memoria el raterito de radio-casettes que cité anteriormente o a los pensionistas de 328 €/mes a los que cicateramente se les niega una subida de pensión con la cantinela de que la economía del pais no lo permite, pero si permite los robos de los que dicen que no es posible esa subida.

¿Por qué ocurre esto con esta impunidad? Pues sencillamente porque las leyes en vigor están hechas para que los políticos no tengan que responder de sus actos ante nadie y también para que los derechos de unos pocos, los capitalistas, prevalezcan sobre los de la mayoria de ciudadanos de este país y claro, así nos va.

Pero en todo este baile de despropósitos no son solo los políticos los que participan también están los funcionarios, sobre todo los de estatus mas elevado dentro de la administración, unos son colaboradores necesarios para llevar a buen puerto esos desmanes y otros son autores directos de los mismos, gracias al conocimiento, asesoramiento y cercanía de los casos en los que se cometen esas fechorías. Y todo eso amparado en la actual ley del funcionariado por medio de la cual, los mismos, son casi intocables.

Tanto unos, los políticos, como otros los funcionarios, no son gente venida del cosmos, no, son nuestros padres, hijos, hermanos, esposas, primos, etc. etc. o lo que es lo mismo somos todos nosotros mismos.

Espero que no sea necesario llegar a la mas absoluta miseria para que las gentes de este pueblo se den cuenta de que no se puede seguir votando por razones tan peregrinas como "es que son católicos" o "es que son los portadores de nuestros valores tradicionales, ¿cuales? el robar, prevaricar, la insolidaridad, etc., ¿esos son nuestros valores tradicionales?. No,gracias, fumo Kruger.

Por este motivo he titulado esta editorial con el nombre de Un país de granujas... Alguien cree que puedo estar equivocado, por vergüenza ajena me gustaría estarlo.

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