Topónimos: Lomo de San Pedro

Topónimo con el que se conoce el lomo ascendente que va desde La Goleta hasta La Caldera de Firgas. Para conocer del origen del topónimo es obligado conocer de su historia que se remonta al siglo XV, cuando después de la conquista de la isla en el lugar de Arucas se realizan dos asentamientos de población: el lugar de Arriba y el lugar de Abajo, siendo este último el actual centro urbano de la capital municipal. El lugar de Arriba era siempre llamado en los antiguos documentos como "San Pedro", que ocupaba la superficie del lomo. Este asentamiento se llevó a cabo junto al al llamado camino de los Yngenios que desde La Cruz de Firgas llevaba hasta el lugar de Abajo de Arucas, pasando por El Cerrillo. Estos eran los primigenios topónimos que surgieron.

Vista (Google earth)
El origen del asentamiento fue debido al ingenio de Tomás Rodríguez de Palenzuela y se debía a los que allí trabajaban para el mismo. En el año 1521 Juan Mansel, comerciante francés de Ruán, llega a la isla procedente de Lanzarote donde había participado en la conquista, y se casa con María de Santa Gadea, hija del acaudalado Hernando de Santa Gadea, matrimonio del que nacería Sofía de Santa Gadea.

Aproximadamente sobre el año 1525 Juan Mansel ya había adquirido el ingenio de Tomás Rodríguez de Palenzuela y decide construir una ermita a la advocación de San Pedro Apóstol, según quedó dicho en la escritura fundacional del Mayorazgo de Arucas: ««… Ingenio de moler caña de azúcar, con sus casas de prensa y calderas, y casas de pulgar y refinar con todos sus cobres, prensas y bancos, y todos los demás pertrechos a el anejas y pertenecientes, y con todo su sitio y casas de morada y huerta, y molino que está sobre dicho ingenio,… y asimismo una Hermita de la advocación de San Pedro Apóstol…» (CABALLERO MÚJICA, F.: Pedro Cerón y el mayorazgo de Arucas, Las Palmas de GC, 1973).

La obligada alineación (Google earth)
La advocación de esta ermita que fue construida en el lugar donde hoy conocemos por La Goleta, topónimo que no empezará a documentarse hasta finales del siglo XVII, es la que da nombre al lomo y así aparece en muchos documentos. Citemos como muestra la petición que hace Juana Benitez, viuda y vecina de Arucas, el 27 de junio de 1552 al Cabildo General: «...dize que ella esta sin casa de morada propia e querria hacerla para su bibienda pide e suplica avuestras señorias le hagan merçed de un solar a do dizen el Çerryllo arriba de las casas de Françisco de la Huerta que es lugar realengo...».

La resolución del Consejo fue « ...puede se le dar el solar sin perjuizio desde el terreno de la casa de Françisco de la Huerta veynte pies delante que dize ser suyo e de alli para arriba hazia sant Pedro le puede dar quarenta pies de cumplido e quarenta en ancho hazia el Risco ... » (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

El Lomo de San Pedro como tal nace y crece por los ingenios azucareros, al borde del camino hacia los mismos, y para estos existieran fue necesario que se concediera el Heredamiento del agua para que se construyeran las acequias. Así se constituyó la Heredad siguiendo el modelo castellano para el aprovechamiento de las aguas, y construidas las acequias desde los manantiales o "madres" hasta los lugares donde la tierra se cultivaba.

Antiguo albercón (Fedac)
La principal acequia pasa necesariamente por el Lomo de San Pedro y a partir de ella se conformó la extensa red de acequias de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, el antiguo Heredamiento, que se se conformó a partir de la unión de los intereses de tres "aguatenientes" principales de los siglos XV y XVI.

Uno de los beneficiados en los primeros repartimientos entre 1485 y 1489 de tierras y aguas fue Tomás de Palenzuela, que obtuvo bienes en Firgas y Arucas y, especialmente, las aguas del naciente de Las Madres para el regadío de tierras y el movimiento de trapiches de caña, que estableció primero en Firgas y más tarde en Arucas. Abrió la acequia en cauce de tierra desde el lugar de Las Madres hasta El Cerrillo, que luego pasaría a denominarse de la Heredad o Acequia Real.

Otro fue el Escribano Mayor del Cabildo Juan de Aríñez que, valiéndose del parentesco con el juez pesquisidor licenciado Ortiz de Zárate, obtuvo en tales repartos los nacientes, después conocidos como de Aríñez, situados en el barranco de la Virgen, llamados más tarde del Mayorazgo, por pasar a la propiedad del Mayorazgo de Pedro Cerón y Sofía de Santa Gadea. Juan de Aríñez llevó a cabo la apertura de la acequia también llamada del Mayorazgo, desde los más lejanos nacientes de Valsendero hasta unirla con la de Palenzuela.

El último y tercero, Miguel Timagada que obtuvo los nacientes hoy denominados de San Juan, porque sus herederos los legaron al Señor San Juan Bautista de Arucas, abriendo la acequia de los Timagada, desde sus nacientes, también en Las Madres, hasta su desembocadura en la de Palenzuela.

Cantonera (Fedac)
Hubieron también otras madres, como la de Padilla, pero sus aguas se desviaron por el quebradero hacia el lomo junto al barranco de Rosales en Firgas. En todos los casos las expresiones de "Las Madres" no hay que circunscribirlas geográficamente al topónimo firguense, pues posiblemente muchas sean de aguas arriba en el barranco de la Virgen.

La acequia Real a su paso por el Lomo de San Pedro dispondría de algún antiguo albercón del que salía el caudal abundante parar generar la fuerza suficiente para mover los numerosos ingenios y trapiches que existieron en aquel siglo pues, y, con posterioridad, la multitud de molinos harineros que había en su cauce. Acumulaba la acequia en su caudal las aguas de los Palenzuela o de la Heredad, las de Aríñez o del Mayorazgo y las de los Timagadas o del Señor San Juan.

Allá por 1572, fecha de fundación del Mayorazgo de Pedro Cerón, el cauce para la conducción de todas estas aguas atravesaba el lugar de Arriba de San Pedro y el lugar de Abajo de Arucas en dirección a Trasmontaña por la Acequia de Alta. La subacequia de Rosales llegaba por este tiempo al Trapiche, según resulta de la escritura de adición de bienes del Mayorazgo de 1577, que incluye una suerte de tierra con horas de agua. Y también en este tiempo ya estaba construido el albercón del Mayorazgo en el Lomo de San Pedro, pues lo incluyó Pedro Cerón en la escritura de constitución.


Albercón (Fedac)
No se entiende la historia del Lomo de San Pedro alejada de toda esta cultura del agua del heredamiento que requirió posteriormente una buena organización para su mejor administración, apareciendo cargos, algunos ya históricos, muchos de los cuales tuvieron jurisdicción sobre las aguas.

Los Alcaldes de Aguas se nombraban para un período de seis meses, primitivamente por la Audiencia y, más tarde, por el Cabildo General de la isla. Los de Arucas ejercían su función en los Heredamientos de Arucas y Firgas, Acequia del Pinillo, hoy Heredad del Pinillo, Madre de Padilla, hoy Heredad de San Andrés, y acequia del Señor San Juan Bautista, por mucho tiempo propiedad de Fábrica de la parroquia de Arucas y privatizada en 1869 por las leyes de desamortización.

Los Fieles de Fechos de los heredamientos realizaban, hasta 1836, las actuaciones de la "secretaría". Su misión era muy reducida en general, pues se limitaba a asistir a las juntas o sesiones, redactar y escribir las actas, y librar la poca documentación que en aquellos tiempos se producía y era precisa. En aquellos heredamientos en los que no existía tal figura, sus funciones las realizaba también el Alcalde de Aguas.
El Secuestrario se denominó primero «administrador" del Secuestro; pero bien pronto, con el transcurso del tiempo, las nuevas modalidades y actividades de la heredad hicieron extensivas u actuación a otros menesteres, en general al manejo, bajo la dependencia de los Llaveros, de los caudales del heredamiento. Una especie de cajero auxiliar para los "secuestros" o porción de aguas que se retenía a los herederos. Con los recursos económicos obtenidos por su venta se sufragaban inversiones u obras extraordinarias del heredamiento.

El Repartidor es el cargo de más antigua creación en las heredades y data de los primeros años del siglo XVI. Su primordial cometido era distribuir, dividir y entregar las aguas a las participaciones de cada heredero, para que con imparcialidad llevase a cabo la entrega de su porción a cada uno, cuestión que no podía quedar a cargo de los propios y respectivos condueños. Los pormenores del oficio explican la incompatibilidad del condueño: «… soltar los albercones al rayar el día; repartir el agua a los correspondientes dueños por sus respectivas tornas; hecho el reparto, volver a visitar las tornas: si notaba novedad en ellas (es decir fraudes) dar cuenta enseguida a los Alcaldes de Aguas; visitar los albercones para regular el agua que salía de ellos; impedir que los herederos de Firgas o de los Trapiches encerrasen en los albercones noches de agua, sin el correspondiente día; recorrer, al menos un día en semana, la acequia hasta LasMadres; inspeccionar a los Acequieros y dar cuenta de sus faltas; dar cuenta de la quiebra de la dula por roturas del acueducto; llevar una relación de estas quiebras; citar, llamar yembargar bienes por auto de los Alcaldes…» ROSALES QUEVEDO, T.: Historia de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas, Las Palmas de GC, 1977).

Los Acequieros, existentes también desde tiempos remotos, eran los encargados de la conducción de las aguas, de las elementales limpias de la acequia y de su vigilancia.

El Celador de Acequias tenía como funciones la vigilancia de las acequias, el descubrimiento de los robos de aguas y la jefatura de los acequieros. Más tarde, se le encomendaron idénticas funciones con respecto a las presas cuando estas fueron construidas por la Heredad.
La Guardería Jurado o Guardia Jurado surgió por el aumento de los robos y daños, con el avance de los tiempos y de la malicia humana, cuando se suprimen los Alcaldes de Aguas.

Molino Martín Moreno (Fedac)
Así como a lo largo del recorrido de la Acequia Real pudieron haber otras alternativas del trazado de la misma, como ocurriera en el siglo XIX cuando se modificó su trazado para salvar la montañeta de Firgas que remansaba el agua, su paso por el Lomo de San Pedro fue técnicamente necesario para alcanzar las mayores posibilidades de distrtibución hidráulica en la Vega de Arucas, Hoya de la Campana, Trasmontaña, Parrales, Cruz de Pineda, Bañaderos, Hoya de San Juan y Montaña de Cardones, alcanzando además una altitud óptima para cumplir con el principio de Pascal para que el agua llegara íntegramente y con la misma intensidad en todas direcciones.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)


Autor: Humberto Pérez Hidalgo
Fuente: http://toponimograncanaria.blogspot.com.es/

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