Arucas ante la nueva Ley del Suelo del ático Clavijo

Clavijo en su visita preelectoral recabando apoyo en Arucas

9 mar 16. El nuevo improperio que nada más llegar al gobierno prepara el ático Fernando Clavijo para satisfacer las necesidades de sus amos, esos insaciables yonkis del cemento que ven el territorio de todos como propicio para llenarse los bolsillos, descentraliza su regulación para dejar en manos de cualquier concejal de urbanismo de turno la regulación del territorio de su ayuntamiento.

Si a pesar de la COTMAC que anulará Clavijo se cometieron las mayores barbaridades urbanísticas en esa Sociedad Municipal de Desarrollo de Arucas donde se trazaban líneas a la medida de ciertos personajes que se forraron llenando Arucas de cemento, imagínense un escenario donde cualquier concejalillo tiene el poder de satisfacer las ambiciones lucrativas de cualquier amiguete, o de abrir camino a grandes inversores que bajo el eufemismo de la creación de empleo quieran montar cualquier mamotreto en Arucas, ya no tanto viviendas sino cualquier otra infraestructura disfrazada de otro eufemismo mayor como el tan recurrente "sostenible".

Es gravísimo derivar las competencias, siendo la única ley de todo el estado español, salvo casos muy parciales en 5 Comunidades, que cede a los ayuntamientos la regulación del territorio.

Elaboran instrumentos excepcionales, entiéndase letra pequeña donde cabe todo, si por ejemplo al concejal de turno se le ocurre disfrazar cualquier proyecto con más eufemismos, entiéndase interés general, parques, colegios, creación de empleo, y demás patrañas.

Peligran los espacios naturales y suelo rústico porque se establece la posibilidad de existir diferentes criterios cuya consecuencia será la desunificación de un solo criterio que abarca todas las islas.

Libera actividades a motor en espacios naturales y la posibilidad de establecer negocietes de este tipo muy dañinas con el medio ambiente.

En definitiva, esta nueva ley de la derechona pseudonacionalista que apoya el Comité Local de Arucas facilita la ocupación de suelo para actividades, ya no tanto inmobiliarias ni turísticas, sino de nuevos nichos de negocio relacionados, por ejemplo, con el ocio y el medio ambiente.

De estos pseudonacionalistas de ATICC siempre nos esperamos lo peor, y de sus socios del PSOE y su dicharachera vicepresidenta bien acomodada a todo lujo, como buena socialista, en el palacete de Santa Cruz de Tenerife, también.