Un ganadero de Arucas se encadena porque dice que el Gobierno lo arruinó

30 may 08. Antonio Pérez ha cerrado su granja por errores cometidos por Agricultura. Considera una tomadura de pelo la ayuda del ayuntamiento de Arucas
Antonio Pérez, el ganadero de Arucas que hace unas semanas denunció en medios de comunicación que el Gobierno canario lo había llevado a la ruina por varios errores, inició ayer jueves una campaña pública de protesta, encadenándose delante del edificio de Presidencia del Gobierno en la capital grancanaria.

Antonio Pérez acusó hace unas semanas a la Consejería de Agricultura del Gobierno canario de haberlo arruinado tras una serie de inspecciones al ganado de la explotación que posee en el barranco de Los Palmitos, en el municipio de Arucas, ya que en una de estas inspecciones una de sus reses dio positivo en el test de tuberculosis, comenzando así un calvario para esta ganadero y su familia, ya que se encuentran literalmente en la ruina económica, perdiendo el trabajo de toda una vida. Sin embargo, esas reses cuestionadas sí han sido aceptadas por los controles del Matadero, por lo que considera que el Gobierno ha cometido unos errores que le han costado su granja.

La paciencia de este ganadero se ha agotado por completo, ya que según ha manifestado hace unos días, el director general de Ganadería le aseguró que el Ayuntamiento de Arucas buscaría una solución al problema que se generó en su explotación ganadera, "pero todo ha sido una tomadura de pelo", ya que según le indicaron en el Consistorio aruquense es la Consejería de Agricultura a quien corresponde buscar una solución.

SE PASAN LA PELOTA. Antonio Pérez piensa que ambas instituciones están jugando con él, pasándose la pelota de un tejado a otro, mientras su finca sigue cerrada y sin producir, después de haber sido durante muchos años la principal fuente de ingresos de la familia. Este ganadero sólo pide que se cumplan las promesas que le hicieron hace unos meses y que la Consejería de Agricultura reconozca que es responsable de esta situación. También espera que las instituciones cumplan y que pueda recuperar su finca para seguir viviendo de la ganadería.

Pérez considera que su lucha no es sólo por salvar su explotación, sino por salvar lo poco que queda de la tradición ganadera en la Isla, una tradición que se está perdiendo a pasos agigantados por culpa de situaciones burocráticas como las que él ha vivido.
Fuente: La Provincia

1 Comentarios Blogger:

Anónimo dijo...

Tengo la impresión de que a este señor pretenden aburrirlo porque su ganadería está dentro del triángulo Cardones-Santidad-Casco, donde nuestros iluminados gobernantes quieren llevar a cabo el proyecto Urban-Arucas, que no es otra que llenar de cemento con fondos europeos.

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