El petróleo, el gas y el piche que arribó a la costa grancanaria

De espaldas, Paulino Rivero en "su" televisión

17 jul 14. Con el sospechoso y "oportuno" vertido de piche que arribó al suroeste de la isla se pone de manifiesto el enorme riesgo a que está sometido nuestro frágil ecosistema archipielágico a la vez tan machacado por el voraz negocio del cemento y del turismo.

Esta sociedad canaria tan manipulable se ha puesto en pie de guerra con toda la razón para impedir taladrar el fondo marino en busca de gas o petróleo. El gobierno pepero de la metrópoli y el indeseable ministro Soria se alinean como siempre con el poderoso sector de las energías fósiles haciendo caso omiso al rechazo de los canarios a las prospecciones.

Aprovechando la coyuntura, el presidente del gobierno canario Paulino Rivero se ha colgado la pegatina de ecologista como salvavidas para su reelección en lucha con el "ático" Clavijo que sí está a favor de las prospecciones; el mismo Paulino que con su fiel escudero y "terrorista medioambiental" Domingo Berriel ha perpetrado los mayores atentados contra el medioambiente en Canarias, tanto in situ como en los textos que promulgan leyes y decretos.

Si ya soportamos un hipócrita ministro, a este se le suma el actual presidente canario que por no tener arte ni parte, ni tarta, en el reparto del petróleo, y por preferir el negocio del gas que sus próceres de ATI-CC anhelan para sus negocietes a costa de las necesidades más básicas de la población, no mueve un dedo por las energías renovables donde Canarias atesora un gran potencial. Esta misma semana el catedrático de la ULL y Premio Canarias al Medioambiente, Federico Aguilera Klink, nos trasladaba a través de una emisora de radio los movimientos en los puertos canarios para ubicar instalaciones que depositen el gas que la burguesía de ATI-CC propone para Canarias.

Pero la mayor hipocresía en toda esta lucha de intereses radica en no reclamar el solventar un peligro medioambiental que Canarias viene padeciendo desde hace décadas; porque si un accidente en las perforaciones supondría un desastre irremediable, el paso de miles de barcos petroleros entre las aguas de nuestras islas, además de las incontrolables limpiezas que vierten al mar, es un riesgo aún mayor cuya solución pasa por obligarles a rodear el archipiélago por el oeste, pero al ser internacionales las aguas que rodean cada isla más allá de las 12 millas, la solución no se encuentra remitiéndonos a la legislación vigente sino aunando voluntades y buenas intenciones que logren desviar estos petroleros. La otra solución, la de reclamar nuestras aguas canarias, nadie la propone. Y nadie la propone porque abrir ese melón perjudica a los intereses espúreos de ciertos sectores que siempre se han lucrado de esta tierra canaria.

Mientras tanto, en este "oportunísimo" vertido que arribó a la Playa del Cabrón, donde ya hubo uno menor y "oportuno" hace muy poco tiempo, los helicópteros de la Televisión Canaria, que cuestan 5 o 6 mil euros por hora de vuelo, captaron "oportunamente" la llegada del presidente Paulino Rivero a la zona del vertido. Blanco y en botella...