23 oct 16. Por Jorge Guerra.- Antonio Plasencia, un emigrante canario que aprendió a hacer dinero en Venezuela, hoy día una de las mayores fortunas de Canarias, sacó tantos áridos ilegalmente del barranco de Güímar que aquello parece un agujero hacia el infierno por la colosal mordida que le propinaron al barranco.
Dejando aparte la chistosa ocurrencia de la alcaldesa pepera que propuso convertir aquel hoyo en parque temático, resulta que entre el ático presidente del Cabildo tinerfeño y el ático presidente del gobierno canario y su nefasta Ley del Suelo están fabricando una ley a medida para que la multa millonaria que por una vez la justicia sentenció al constructor Plasencia se pague con dinero público.
1 Comentarios Blogger:
La aceptación,comprensión o el mirar para otro lado, no es opción para los ciudadanos de bien y mínimamente responsables frente a estos casos de corrupción de políticos y empresarios que creyeron estar por encima de las leyes.Se luclarón destrozando el territorio y el medio.Pues se les juzgue ,condene y paguen por sus delitos.Amen.
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